En una iniciativa pre-electoral sin duda inédita el PP ha engrasado maquinaria para tratar de convencer al indeciso, ese votante dudoso que, según las encuestas, encierra la clave del futuro gobierno. Se trata de una app, presentada este martes por el vicesecretario sectorial, Javier Maroto, con la que el partido "quiere conocer y analizar" las razones por las que no se inclinan por el PP.
Los motivos de esa papeleta reticente son nueve, según los populares. Uno directo y global, "No creo que lo hayan hecho bien", otro orientado a la gestión económica, "Pienso que el trabajo creado es precario", otro sobre las promesas no cumplidas, "Nos subieron los impuestos", otro sobre la principal lacra para el partido, "No puedo admitir la corrupción", otro orientado a los más desencantados, "Rechazo el sistema, votar no sirve para nada", otro sobre los hastiados de la clase política, "No acepto los privilegios", otro sobre la idea de una derecha "que genera desigualdad social", otro sobre los errores de comunicación reconocidos por el propio PP, "Me parece un partido distante" y, un noveno, y sin duda sorprendente, sobre el propio Rajoy. Así, los votantes de esta aplicación pueden expresar su desacuerdo con el presidente del Gobierno: "No me convence del candidato".
El 'detalle' no es menor, teniendo en cuenta los múltiples desacuerdos internos que genera la cuestión del liderazgo. Los populares han tratado de diversificar la candidatura para diluir el peso de Rajoy en campaña, colocando, por ejemplo, el rostro de la vicepresidenta del Gobierno en la cartelería de las calles de Madrid. Sáenz de Santamaría justificó este lunes con un "somos un equipo" la ausencia de Rajoy en el debate, aunque lo cierto es que el partido asume hace tiempo que el candidato merma sus posibilidades. Desgastado por la gestión en años difíciles, los populares confían en Santamaría, la ministra más poderosa del Ejecutivo y siempre postulada como 'presidenciable', para potenciar las opciones en el trascendental 20-D.
El equipo de campaña pretende sondear con esta aplicación el clima de los indecisos, una bolsa de votantes que, pese a la intensidad del panorama electoral, es elevada. Un tercio de los electores, según las encuestas, no tiene decidido su voto. El partido ha combinado la estrategia con la de afianzar a su votante tradicional, en especial a los electores de las zonas rurales, donde el voto al bipartidismo permanece aún sólido.
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