Santander, 5 may.- Ignacio Diego ha sido reelegido hoy como presidente del PP cántabro con el 98,7 por ciento de los votos de los compromisarios asistentes al undécimo Congreso Regional de la formación, celebrado bajo el lema "Comprometidos con Cantabria".
Diego, presidente además del Gobierno regional, asume así su tercer mandato al frente del Partido Popular de Cantabria, cargo al que accedió en el año 2004 y que revalidó también en 2008, en ambos casos, al igual que ahora, en unos congresos en los que no tuvo rival.
Junto a él, en el nuevo Comité Regional del partido seguirá además, como secretaria autonómica, María José Sáenz de Buruaga, vicepresidenta del Gobierno cántabro.
La nueva dirección del partido, a diferencia de las dos anteriores, lideradas también por Diego, tiene la responsabilidad de dirigir un partido de Gobierno, tras dos legislaturas en la oposición.
Para esa tarea, los populares han definido hoy las líneas de trabajo a través de las ponencias aprobadas en el Congreso, en el que han estado arropados por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, y por la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, que han asistido a la clausura.
En el equipo que liderará Diego, formado en total por 56 personas, también está el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; además del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle, o la consejera cántabra de Economía, Hacienda y Empleo, Cristina Mazas, entre otros.
En su intervención en el Congreso, el presidente de los populares cántabros ha defendido las políticas impulsadas por el PP en España y Cantabria y se ha mostrado convencido de que "los ciudadanos reconocerán la determinación" del Partido Popular para promover unas reformas que van a permitir "salvar" la sanidad y educación públicas y superar la crisis.
Ha reconocido que los resultados de esas reformas no serán "inmediatos", pero cree que todos los ciudadanos saben que es "lo que hay que hacer", incluso "los que no están de acuerdo" con algunas de las medidas.
En este sentido, Diego ha recalcado que no hay "programa suplente ni alternativo" al del PP.
"La alternativa a la reforma de la sanidad era quedarse sin sanidad pública. La alternativa a la reforma de la educación era quedarse sin sistema educativo reconocible. La alternativa a la reorganización del Estado es convertirlo en una sucursal de mera ejecución de decisiones que se toman fuera de España", ha agregado.
El líder del PP ha opinado que España y Cantabria solo tienen dos alternativas: "o cambiar o cambiar". Ha reconocido que el camino "no es nada fácil", pero ha insistido en que no hay otro mejor.
En sus palabras, "no hay alternativa real al programa del Partido Popular", solo "la queja" de los que causaron esta "crítica situación" y ahora adoptan una actitud "irresponsable y antipatriota" ofreciendo diálogo "con la boca pequeña", al tiempo que "incitan a sus seguidores a tomar las calles".
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