El PP confía en llegar al 30% de los votos pese a la gestión del atentado y la corrupción

El presidente del Gobierno y candidato del PP a la reelección, Mariano Rajoy, afronta la recta final de la campaña electoral “optimista” por los resultados de las encuestas, pero cauto por el hecho de que la gestión del atentado de Kabul (Afganistán) y de los casos de corrupción en el PP puedan marcar los días previos a la cita con las urnas.

Así lo confirmaron fuentes populares consultadas por Servimedia que admiten que en la sede Génova están "contentos" con el transcurso de la primera semana de campaña, pero que reconocen cautela por la lectura que los electores pueden hacer de la gestión que Rajoy, en su condición de presidente del Gobierno y de líder del PP, está haciendo en los últimos acontecimientos.

En Moncloa defienden que se ha gestionado "bien" el ataque talibán a la Embajada española en Kabul de este viernes en el que perdieron la vida los policías Isidro Gabino San Martín y Jorge García Tudela.

Reconocen que hubo "precipitación" para que Rajoy diera prontas explicaciones sobre lo ocurrido teniendo en cuenta que la información era muy confusa y, después, tuvo que rectificarse en múltiples ocasiones. Pero subrayan que no hay movilización en su contra y que las redes sociales están "tranquilas" en este sentido.

En Génova admiten que estas prisas por ser transparentes y aportar los datos que se tenían en ese momento responden a la "obsesión" que Rajoy tiene con los asuntos de terrorismo, sin perder de vista los nefastos resultados que acarreó una mala gestión del 11 de marzo de 2004.Caso Gómez de la Serna

Además, los populares admiten que no están "especialmente preocupados" por el caso de corrupción del PP que ha saltado a la primera línea esta semana, el del embajador Gustavo de Arístegui y el diputado Pedro Gómez de la Serna por el supuesto cobro de comisiones millonarias en el extranjero.

Aseguran que es fundamental que la reacción del líder del PP sea contundente en esta materia y que, por eso, a los Gómez de la Serna y a De Arístegui se les abrió el jueves por la noche expediente disciplinario y no expendiente informativo, como viene siendo habitual.

Por otro lado, en la sede del PP advierten de los contenidos que en esta última semana de campaña pueden conocerse del levantamiento de sumario del 'caso Rato'.
En ambos casos, lo fundamental, subrayan en Génova es que Rajoy no cometa fallos en la recta final de campaña, en especial, en el debate que este lunes le medirá al secretario general del PSOE y candidato a la Presidencia, Pedro Sánchez.Lograr el 30% de los votos

La tercera preocupación de Rajoy en esta campaña electoral pasa por alcanzar el 30% de los votos y una distancia suficiente del segundo partido que le dé legitimidad ante los ciudadanos para formar gobierno y evitar un pacto entre perdedores.

Rajoy se sabe ganador en las urnas, tal y como señalan todas y cada una de las encuestas, pero también es consciente de que estas elecciones son diferentes porque ganar no implica, como siempre, gobernar.

En esta primera semana de campaña, el candidato popular ha llegado a reconocer que no sabe qué va a pasar el 20 de diciembre “ni después” porque llegar a la Moncloa es más difícil porque sólo él se ha comprometido a respetar que gobierne la lista más votada.

"Nos presentamos a estas elecciones para ganar y para gobernar, no para hacer un tripartito”", afirmó en el mitin de Orihuela (Alicante) de este viernes.PSOE debilitado

En su favor, el PP tiene el desgaste de un PSOE debilitado que, según las encuestas que tienen en Génova, por primera vez ha sido superado por Ciudadanos, aunque sea por la mínima. De hecho, según los últimos tracking que maneja el PP, los populares se enfrentan a un triple empate entre Ciudadanos, PSOE y Podemos con una intención de voto del 18%. Sin embargo, preocupa que el partido de Albert Rivera está en el 18-19%.

Génova ‘vende’ optimismo porque confían en que los ganadores siempre suman voto indeciso, pero las bases consultadas por Servimedia reconocen que, internamente, hay mucho más miedo al resultado del 20-D del que admiten los primeros espadas.

Aseguran que esta pérdida muy evidente de votantes se refleja en las calles, en los pueblos donde el PP ya no mueve gente como antes. En este sentido, hay quien no pasa por alto que la nueva estrategia del PP de presentar a un Rajoy cercano a la gente y dándose baños de masas en las calles está funcionando bien por un lado, pero no deja de ser “un engaño” por otro porque hay falta de movilización.

Además, en Génova preocupa que Rajoy no genera la ilusión que sí mueve Albert Rivera, pese a que los populares respiran tranquilos porque el líder de Ciudadanos no está "brillando" en los días que llevamos de campaña.

Con todo, las mismas fuentes señalan que Rajoy seguirá evitando el 'cuerpo a cuerpo' con Rivera en la semana que queda para el 20-D porque son conscientes en el PP de que el líder de Ciudadanos despierta simpatías entre sus votantes y, sobre todo, será el único partido con el que los populares estarán obligados a entenderse tras el 20 de diciembre si quieren seguir gobernando.