El PP pone en marcha la maquinaria para afrontar un año electoral incierto

Madrid, 13 ene.- El PP ha comenzado a diseñar su estrategia y poner en marcha la maquinaria para afrontar un más que incierto año electoral, en el que apelará a la estabilidad para afianzar su liderazgo frente a políticas "fracasadas" y "aventuras", en un proceso en el que también se han embarcado ya las demás formaciones.

En su reunión constitutiva, el Comité de Campaña del PP, que dirige el vicesecretario de Organización del partido, Carlos Floriano, ha acordado hoy la idea central sobre la que pivotará su estrategia electoral: las reformas funcionan, pero aún falta mucho para que sus beneficios se generalicen y eso sólo se consigue con la estabilidad política e institucional que representa el PP.

Para hacer valer su gestión de tres años al frente del gobierno, los populares activarán a finales de semana una página web con la dirección aunquedamuchoporhacer.com en la que se darán a conocer sus logros: crecimiento económico, creación de empleo, más afiliados a la seguridad social y mantenimiento del estado de bienestar garantizado, ha citado el director de campaña.

"Hechos objetivos", ha remarcado Floriano, que ha precisado que no se trata de lanzar un mensaje "vacío" ni de publicidad, sino de trasladar a los ciudadanos que la situación de España es mucho mejor ahora que en 2011 y que todo se puede revertir si se cambia de política o se entra en un período de inestabilidad política.

Convencidos de que los españoles apostarán por un "valor seguro", los populares afrontan el complicado calendario electoral con "ilusión" y haciendo gala de sus encuestas internas, según las cuales ganaría tanto las elecciones municipales y autonómicas de mayo como las generales.

Unos sondeos que sitúan como segunda fuerza a Podemos y tercera al PSOE en los comicios generales, y al revés en el caso de los municipales y autonómicos.

Los socialistas no se creen las encuestas del PP como, según su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, lo demuestra el hecho de que el expresidente del Gobierno, José María Aznar, participe en la convención de los populares de finales de enero.

"El Partido Popular debe haber metido a José María Aznar en campaña porque las encuestas le van muy bien, ¿no?. Eso es lo que nos ha dicho el señor Rajoy, que las encuestas le van muy bien, por eso ha tenido que recurrir al señor Aznar", ha ironizado Hernando.

En su opinión, el PP pretende "radicalizar al máximo" la campaña electoral al recuperar a su líder "más duro y radical".

Desde Málaga, la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha defendido la presencia de Aznar en la Convención Nacional al afirmar que todos los integrantes del partido y, "cómo no, las personas que han tenido la máxima responsabilidad" dentro de la formación, están "para ayudar".

Pastor ha atribuido el liderazgo del PP en las encuestas internas al trabajo desarrollado y ha destacado la necesidad de seguir haciendo un esfuerzo para mantener la estabilidad.

También se apela a continuar el trabajo realizado en Izquierda Unida que, según han asegurado a Efe fuentes de la dirección, afronta con "absoluta tranquilidad" las últimas encuestas, que reflejan una pérdida de apoyo para la formación.

En IU tienen el convencimiento de que están haciendo "bien" las cosas y propuestas como el programa marco para concurrir a las municipales y autonómicas de mayo son un ejemplo, han dicho, de su trabajo en favor de los ciudadanos y para acabar con las políticas neoliberales del PP que "tanto daño les han hecho".

Tampoco a UPyD, ha afirmado el portavoz adjunto del grupo, Carlos Martínez Gorriarán, le preocupan los sondeos en los que Ciudadanos, su más directo competidor, rebasa sus expectativas de respaldo electoral y ha señalado que su partido actúa por una estrategia política a medio y largo plazo "y no por una encuesta".

Ha insistido en que UPyD no teme la "competencia, ni con Ciudadanos, con el que fracasó el intento de llegar a un pacto electoral promovido por Albert Rivera, ni con Podemos, donde aparentemente se está refugiando el voto desencantado de la mayoría de las fuerzas de oposición. EFE

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