El PP presionará hasta el final para que no se cuele ninguna lista de ETA

Zaragoza.- El PP mantendrá la presión al Gobierno hasta el último día en que se puedan impugnar listas sospechosas de albergar a electos relacionados con el entorno de ETA para evitar que se cuele alguna de ellas, ya que no se fía del Ejecutivo a tenor de los precedentes de las pasadas elecciones locales.

Fuentes del PP, en conversaciones con un grupo de periodistas, recuerdan que algunas listas de ANV llegaron a concurrir a los comicios de 2007 y sus cargos se integraron en algunas instituciones vascas y navarras.

Aquel proceso lo tiene aún candente el PP, y por ello, se ha propuesto estar "alerta" y presionar al Gobierno hasta el final, hasta el 12 de mayo, cuando vence el plazo para impugnar las listas, según los nuevos plazos de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.

Insisten las fuentes en que el Gobierno, gracias precisamente a la reforma de esa norma, dispone ahora de muchos más instrumentos legales para evitar que el entorno de ETA, sea mediante formaciones herederas de Batasuna, mediante coaliciones o a través de agrupaciones de electores, llegue a estar presente en alguna institución.

En este contexto hay que encuadrar el discurso público del PP, de la mayoría de sus dirigentes, como hoy mismo la secretaria general, María Dolores De Cospedal, para quien "no hay negociación ni diálogo posibles" si no se persigue evitar cualquier resquicio que facilite la incursión electoral de ETA.

Ayer, el responsable de Justicia del partido, Federico Trillo, apoyó al Gobierno por cómo lleva a cabo la lucha antiterrorista, si bien dejó claro que los populares no cejarán en la vigilancia del cumplimiento de ese pacto, que para el dirigente ha de aplicarse en su integridad.

Trillo, de hecho, estuvo reunido con el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, hace ocho días para acordar qué hacer con el fin de impedir cualquier puerta abierta a ETA, en términos electorales. Las conversaciones son frecuentes, puntualizan las fuentes.

Pero el PP, en privado, no se fía de las intenciones del Gobierno, como han reconocido las fuentes.

Unas fuentes que reconocen también que el discurso del Partido Popular en esta materia ha podido pecar de algunas "distorsiones".

Obedece, han argumentado, a que en la dirección del PP, en sus aparatos y en su entorno confluyen diversas sensibilidades: por un lado los que quieren una impugnación general de todas las listas relacionadas con la izquierda abertzale que no rechace a ETA; por otro, los que son partidarios de acordar con el Gobierno un procedimiento que, no obstante, ha de conducir a ese mismo fin.

Como señalan las citadas fuentes, si el Ejecutivo quiere revisar "una a una" las listas sospechosas, los populares no pondrán objeciones, pero siempre y cuando el destino de ese proceso sea el de acabar con cualquier presencia electoral del entorno etarra.

La última intervención de Mariano Rajoy al respecto ocurrió el pasado miércoles: el presidente del PP abogó por cerrar todas las puertas a Batasuna, a Sortu o a Bildu, pues son lo mismo, dijo, pero también se mostró muy crítico con el Gobierno, al que reprochó no poder negar que negoció con ETA, a diferencia de los populares, que nunca lo hicieron.