El PP reconoce que la Estrategia Española de Seguridad no es su documento

Madrid, 27 oct.- La hasta ahora portavoz de Defensa del PP en el Congreso, Beatriz Rodríguez Salmones, ha lamentado hoy que la Estrategia Española de Seguridad no haya sido consensuada en el Parlamento, ha recalcado que "llega tarde" y ha reconocido que "no es, no puede ser, nuestro documento".

Rodríguez Salmones ha añadido que, aunque el texto "seguro que va a ser útil, podrá ser reformado, revisado o hecho otro", en una mesa redonda sobre "La seguridad y la defensa después del 20N" organizada por el Grupo Atenea en la sede de la Fundación ONCE.

La diputada del PP ha señalado sobre la Estrategia que se trata de un documento "valioso" y "bien elaborado", aunque ha hecho hincapié en que debía contar con consenso parlamentario como cualquier política que "intenta prolongarse en el tiempo" y puede, por lo tanto, afectar a Gobiernos de distinto signo.

Ha expresado el "máximo respeto" de su partido hacia la Estrategia y el encargado de su elaboración, Javier Solana, pero ha subrayado que "llega en un momento sencillamente absurdo, la víspera de disolver las Cámaras".

El documento que recoge la primera estrategia de seguridad en la historia de España fue aprobado a finales de junio, identifica las actuales amenazas y riesgos, y plantea una política de seguridad para los próximos cinco años, basada en un enfoque integral.

Rodríguez Salmones ha recordado que el texto tiene cinco capítulos "todos ellos muy, muy interesantes" aunque contiene también aspectos "muy vagos", especialmente "sobre los intereses de España como nación soberana".

Ha asegurado además que, en su último capítulo, se diseña "al próximo presidente del Gobierno, el último día de la legislatura, cómo debe ser su oficina presidencial", es decir "la estructura designada con puestos".

En la mesa redonda también ha intervenido Pedro Fuster, de la Secretaría de Estado de Defensa, quien ha defendido la necesidad de reformar el sistema de adquisición de armamento que, a su juicio, es responsable de buena parte de los problemas de financiación de los Ejércitos.

Ha abogado por crear un organismo que centralice las compras, así como por modificar el modelo de prefinanciación, por el que Defensa adelanta los pagos y las entregas se postergan.

Por un nuevo modelo de adquisiciones ha apostado también Jordi Marsal, del CESEDEN, quien ha dicho que la defensa necesita "liderazgo" y ha animado al próximo Ejecutivo a buscar el consenso para acabar con los problemas de financiación y la "endémica infradotación" de las Fuerzas Armadas.

El general Luis Alejandre, exjefe del Estado Mayor del Ejército, ha defendido que el Gobierno que salga de las urnas el 20 de noviembre no acometa inmediatamente la renovación de la cúpula militar.

Mantener a sus miembros en sus puestos "evitaría cortes" y daría, a juicio de Alejandre, continuidad a la política de defensa.

Alejandre se ha referido al hecho de que las Fuerzas Armadas sean la institución mejor valorada por los españoles y ha expresado su temor de que se deba a que el resto de instituciones estén peor valoradas.

Un punto en el que ha coincidido el catedrático de Sociología Juan Díez Nicolás, quien ha explicado cómo el cambio de valores que la sociedad occidental vivió tras la Segunda Guerra Mundial, de los valores materialistas -seguridad económica y personal- a los "postmaterialistas" -más centrados en la calidad de vida y la relación con los demás-, está volviendo a producirse.

Así, ha advertido de que los atentados contra las Torres Gemelas en 2001, el terrorismo internacional y el crimen organizado están provocando que predominen otra vez los valores materialistas lo que afectará al concepto de "autoridad" que, a su juicio, se verá reforzado en los próximos años.