El presidente de Cantabria cree que la España de las diferencias no puede oprimir a la de las coincidencias

  • Cabezón de la Sal (Cantabria).- El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha abogado hoy por un "gran pacto" para el crecimiento económico y la estabilización de las relaciones entre las administraciones del Estado y ha defendido que "la España de las diferencias no puede oprimir a la España de las coincidencias".

Cabezón de la Sal (Cantabria).- El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, ha abogado hoy por un "gran pacto" para el crecimiento económico y la estabilización de las relaciones entre las administraciones del Estado y ha defendido que "la España de las diferencias no puede oprimir a la España de las coincidencias".

Para ello, ha advertido, en el Día de Cantabria, que "no se pueden acumular incertidumbres" sobre la política económica y el modelo autonómico y ha apelado a valores como el diálogo, la solidaridad y el esfuerzo personal.

"España no es una nave que el capitán pueda ir subastando entre los marineros durante la travesía", ha dicho el líder cántabro del PP en el tradicional acto que se celebra en Cabezón de la Sal, una cita en la que se estrena como presidente, tras haber obtenido la mayoría absoluta en las pasadas elecciones autonómicas.

Ante el expresidente de Cantabria y secretario general del PRC, Miguel Ángel Revilla, y la exvicepresidenta regional y máxima responsable de los socialistas cántabros, Dolores Gorostiaga, Ignacio Diego ha abogado por "dejar de jugar con las dialécticas que llevan los sentimientos colectivos a puntos sin retorno".

"España tiene que reconciliarse sobre su pasado, pero no reabrirlo para que circule por el país como un zombie productor de nuevas discordias", ha agregado el presidente.

En su discurso, Diego ha señalado la necesidad de políticas de crecimiento que gocen de un amplio consenso político y social para la creación de empleo y que fomenten la actividad empresarial, la innovación y un nuevo ciclo económico, que, a su juicio, "tendrá bases diferente".

"Sea cual sea la salida, nunca será un retorno a lo que hacíamos antes. Hemos de avanzar por territorios inexplorados y por experiencias inéditas, que requieren imaginación y debate", ha afirmado el presidente cántabro, quien ha señalado que Cantabria tiene que "reinventar" su autonomía "para que pueda cumplir sus misiones sociales" y ha apostado por el diálogo.

"La mayoría absoluta proporciona responsabilidad máxima, pero no el don de la infalibilidad", ha incidido el jefe del Ejecutivo, para el que "todo gobernante tiene la obligación de tomar decisiones después de dialogar y de contrastar soluciones".

Por ello, ha insistido en que la mayoría "no es justificante de un monólogo" y ha abogado por buscar "más espacios de acuerdo y diálogo", a la vez que ha apostado por otros valores como la solidaridad, sin la que hoy, en su opinión, se estaría hablando de una quiebra de la convivencia, y por el esfuerzo personal.

"Acabamos de cerrar una etapa de nuestra historia en la que este valor no diré que se había perdido, pero quizás sí se había perdido de vista", ha opinado Diego, antes de advertir de que el porvenir está en "saber hacer nuevas cosas o en saber hacer mucho mejor las cosas de siempre".

Para el presidente, "la nueva Cantabria solo podrá ser una Cantabria de elevado bienestar si en su programa vital incluye la búsqueda de la excelencia y la conciencia del trabajo personal".

Diego ha terminado su discurso expresando el deseo de transmitir "un testimonio de fe, de confianza y de certeza en las posibilidades" de Cantabria.

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