Madrid, 28 nov.- El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo, ha asegurado hoy, tras la presentación de un plan de ajuste para el organismo, que no tiene en la cabeza un expediente de regulación de empleo (ERE) para la institución y que tampoco nadie se lo ha planteado.
Así lo ha señalado a Efe Lora-Tamayo después de presidir la reunión ordinaria del Consejo Rector, en la que se ha analizado un plan de austeridad que contempla medidas urgentes y otras a largo plazo, y que establece una hoja de ruta para, entre otras cosas, tratar de recuperar al menos 50 millones de euros en 2013.
Este plan de ajuste, según el presidente del CSIC, cuenta con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad.
El CSIC viene acumulando desde 2009 recortes del 30 por ciento y, si bien los gastos han disminuido, no lo han hecho al mismo ritmo, ha admitido Lora-Tamayo, quien ha apuntado que el próximo año el déficit de esta institución se prevé que sea de 150 millones de euros.
Hasta ahora, se han venido usando los remanentes de este organismo, "pero esa bolsa ha ido disminuyendo".
Ante esa situación, Lora-Tamayo encargó en febrero de este año un informe a la Inspección de Servicios de Hacienda, que el CSIC recibió a finales de octubre.
En él se dibuja un panorama difícil para este organismo, que ha pecado de excesiva burocracia e inapropiada contabilidad.
Lora-Tamayo ha relatado que este documento señala las dificultades de gestión del CSIC derivadas de su estructura, ya que el Consejo es una "agencia estatal incompleta" que no tiene contrato de gestión, lo que provoca falta de flexibilidad y evita por ejemplo la contratación directa de investigadores (vinculada ahora a la oferta pública de empleo).
El plan de ajuste contiene medidas para reducir el gasto y aumentar los ingresos, ha relatado.
Estas medidas están abiertas a las aportaciones de los investigadores y no tocarán "la parte estructural" de la institución: "Hay que velar por que el daño que se pudiera infringir sea recuperable", ha remachado.
Entre las medidas está la no convocatoria de los contratos de formación del programa JAE (junta para la ampliación de estudios); la revisión de permisos retribuidos a científicos; la no contratación de nueva obra -a excepción de aquella relacionada con seguridad-; y la reducción del gasto corriente.
En este punto, en el que el CSIC ya viene tomando medidas (en agosto cerró 15 días algunos de sus centros), Lora-Tamayo quiere llegar a un 10 %, aunque no se ha atrevido a comprometerse cien por cien, porque "rascamos sobre el hueso del jamón".
Además, se revisarán las aportaciones de este organismo a iniciativas compartidas, como centros mixtos, ya que "estamos viendo que el CSIC paga más", ha dicho Lora-Tamayo, quien también ha apuntado que se acelerará el cobro de deudas de otras instituciones con el CSIC, si bien no ha indicado a cuánto se eleva esta cuantía.
Para conseguir más ingresos ha propuesto venta de patentes, más contratos con la industria o proyectos europeos.
En todas estas medidas hay una línea roja, los recursos humanos, según Lora-Tamayo, quien preguntado por la calidad de la investigación ha subrayado: "No me cabe en la cabeza que pueda bajar".
"Tendremos que apretar los dientes y aguantar porque la situación es difícil para todos", ha concluido.
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