El presidente del Parlamento Europeo dice que la situación de los gitanos es un problema de toda la UE

  • Bruselas.- La situación de los gitanos es uno de los principales problemas que afronta la Unión Europea, aseguró hoy el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, al llegar a una cumbre comunitaria marcada por las disputas sobre las expulsiones de Francia.

Bruselas.- La situación de los gitanos es uno de los principales problemas que afronta la Unión Europea, aseguró hoy el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, al llegar a una cumbre comunitaria marcada por las disputas sobre las expulsiones de Francia.

Buzek, en unas breves declaraciones al llegar a la sede del Consejo Europeo, dijo que la UE debe "superar la exclusión social" y que tener una minoría "rechazada" supone un "gran problema" para Europa.

El presidente de la Eurocámara, en tono conciliador entre la disputa que enfrenta a Francia y la Comisión Europea por las expulsiones de gitanos, recalcó que una de las funciones de la CE es ejercer como guardián de los tratados.

A pesar de la expectación por la cuestión de las expulsiones de gitanos rumanos y búlgaros que realiza Francia, atizada aún más por la sugerencia del presidente francés, Nicolas Sarkozy, de que Luxemburgo -el país de la comisaria europea de Justicia, Viviane Reding- acoja a algunos, la gran mayoría de los líderes evitó tratar la cuestión al llegar.

El ministro finlandés de Exteriores, Alexander Stubb, señaló que se trata de "asuntos muy delicados, por lo que debemos ser prudentes", y vaticinó que la cuestión "no protagonizará la cumbre de hoy".

Stubb, en un tono muy conciliador, dijo que está "seguro" de que Francia quiere actuar "dentro de los límites" de las normas comunitarias, y de que la Comisión Europea quiere hacer que los Estados miembros respeten esas reglas.

"Todas las partes deben mantener la calma", añadió el titular finlandés de Exteriores, quien reconoció que ambas partes han realizado "declaraciones emocionales".

Reding anunció este martes que pediría que la CE iniciara un procedimiento de infracción contra Francia por no respetar las normas comunitarias sobre libre circulación de ciudadanos comunitarios y discriminación.

El Gobierno francés reprochó a Reding su mención a que no esperaba ver una situación así "desde el final de la Segunda Guerra Mundial", en lo que París entendió como una comparación con el Holocausto nazi.

Las cámaras de televisión mostraron, en los momentos previos al inicio de la cumbre, cómo Sarkozy conversaba con muchos de los dirigentes comunitarios, y especialmente tuvo una breve conversación aparte con el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov.

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