El presidente electo Sall, el mal aprendiz senegalés que venció a su maestro

  • En un ascenso político fulgurante que ha culminado con su triunfo del domingo en las urnas, Macky Sall ha conseguido desbancar de la jefatura del Estado de Senegal a quien se considera su "maestro", el presidente saliente, Abdoulaye Wade.

Saliou Traore

Dakar, 26 mar.- En un ascenso político fulgurante que ha culminado con su triunfo del domingo en las urnas, Macky Sall ha conseguido desbancar de la jefatura del Estado de Senegal a quien se considera su "maestro", el presidente saliente, Abdoulaye Wade.

"Sall es un mal aprendiz que no ha asimilado las lecciones del maestro", repitió hasta la saciedad Wade durante la campaña.

Ese argumento, sin embargo, no convenció a los electores, que, a la espera aún de resultados oficiales, optaron por elegir al opositor Sall para dirigir los designios del país por un mandato de siete años, aunque él quiere reducir esa duración a un lustro.

Geólogo de profesión y con de 50 años de edad, el líder de la Alianza para la República (APR) y primer ministro bajo la Presidencia de Wade entre 2004 y 2007, el ganador de las elecciones presidenciales cimentó su campaña en la promesa de reducir el precio de los productos básicos, algo que quiere hacer de inmediato.

Wade, de 85 años, llegó a describir en 2006 a Sall como su mejor primer ministro, pero durante la última campaña electoral se dedicó a tildarle de falta de madurez y aptitud.

No obstante, el "maestro" Wade, que llevaba en el poder desde el año 2000, ha sabido encajar finalmente su derrota mediante una sorprendente llamada telefónica para felicitar a su "mal aprendiz".

El presidente electo, cuya investidura está prevista a principios del próximo abril, ha tenido una trayectoria imparable.

Nació en 1961 en Fatick, localidad situada a 140 kilómetros al sur de Dakar, en el seno de una familia modesta. Es hijo de un guardia y una ama de casa que dedicaba su tiempo libre a la venta cacahuetes asados para ayudar a la economía familiar.

Buen estudiante en la escuela primaria, Sall formó parte más tarde de los movimientos estudiantiles del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar, que le llevaron a incorporarse al grupo pro marxista And Jëf-Partido Africano para la Democracia y el Socialismo.

Con el título de geólogo, Sall se trasladó luego a Francia para matricularse en la Escuela Nacional Superior de Petróleo y Motores, y en el Instituto Francés de Petróleo de París.

De regreso a Senegal, Sall ingresó en la Sociedad Nacional de Petróleo (PETROSEN) y se adhirió al Partido Democrático Senegalés (PDS), estando, como miles de jóvenes senegaleses, encandilado por el carisma del entonces líder opositor Abdoulaye Wade.

Tras pasar por varios cargos juveniles destacados en el partido, fue una de las piezas más relevantes en las elecciones de 2000, que dieron la victoria a Wade y pusieron fin a cuatro décadas de monopolio del Partido Socialista.

No fue incluido en el nuevo Gobierno desde el principio, pero, en cuatro años, pasó de dirigir PETROSEN, a ser designado primero ministro de Minas, Energía, Hidráulica, Infraestructuras y Transportes, y después primer ministro.

Sall posibilitó una nueva victoria de Wade en 2007, pero no fue renovado en el cargo, aunque asumió entonces la Presidencia de la Asamblea Nacional hasta su caída en desgracia, unos meses después, por las discrepancias con Wade sobre un asunto de supuesta corrupción que implicada directamente al hijo del presidente.

Fue entonces cuando el ahora presidente electo decidió abandonar el PDS para formar la APR, creada en diciembre de 2008 con un objetivo a corto plazo: recuperar la alcaldía de su localidad natal en las elecciones de marzo de 2009.

Animado por su éxito, Sall inició su marcha hacia la Presidencia, y recorrió la mayor parte de Senegal y los distintos países donde residen senegaleses, en los que logró implantar la APR.

Estos esfuerzos se ven recompensados ahora, cuando se le abren las puertas, apenas tres años después, del Palacio Presidencial de la Avenida Leopold Sedar Senghor, en un continente donde veteranos opositores llevan décadas batallando por el cambio político.

La receta del "alumno": "El conocimiento de las realidades senegalesas", según declaró él mismo en una reciente entrevista con Efe.

Musulmán practicante, Sall está casado con Marième Faye, con quien tiene tres hijos.

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