Moscú.- El presidente en funciones de Moldavia, Mihai Ghimpu, disolverá este martes el Parlamento y convocará para el 28 de noviembre unas elecciones legislativas anticipadas en las que se enfrentarán de nuevo la actual coalición gobernante y los comunistas.
"El martes tendrá lugar la última sesión del actual Parlamento. Hay muchos asuntos en la agenda del día que hay que discutir", afirmó Ghimpu, citado por las agencias rusas.
El primer ministro moldavo, Vlad Filat, rendirá cuentas sobre la gestión del Gobierno de la Alianza para la Integración Europea (AIE), que llegó al poder en julio de 2009 tras derrotar a los comunistas en los comicios legislativos.
Después de la sesión parlamentaria, Ghimpu firmará el decreto de disolución del Legislativo y convocará comicios anticipados, que en principio deberían ayudar a resolver la crisis institucional que afecta a este país desde hace más de un año.
"Que los comunistas no sufran. Cumpliremos con la ley. El decreto será firmado de tal forma que hasta los comicios del 28 de noviembre quedarán, como es debido, 60 días de campaña electoral", dijo.
Ghimpu, uno de los líderes de la AIE, pronosticó que "en el nuevo Parlamento los comunistas tendrán aún menos escaños" que en la actualidad.
"Es evidente que los comunistas nunca regresarán al poder en Moldavia", dijo.
El Tribunal Constitucional (TC) de Moldavia dictaminó la pasada semana que el Parlamento de esa antigua república soviética enclavada entre Ucrania y Rumanía debía ser disuelto y se debían convocar elecciones legislativas.
El TC argumentó su decisión, unánime, con el hecho de que el Legislativo no consiguió elegir al presidente en las dos votaciones que contempla la Constitución.
Según la Carta Magna, el jefe del Estado es elegido por el Parlamento con mayoría cualificada de tres quintos, y en el caso de que no se consiga en dos votaciones se disuelve el Legislativo y se convocan nuevas elecciones.
El reciente fracaso del referéndum en el que la AIE proponía a los moldavos reformar la Constitución para elegir al presidente por sufragio directo ha supuesto un duro revés para la coalición gobernante.
Ahora, será otra vez el Parlamento quien elija al jefe del Estado, como defendía la oposición comunista.
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