El presidente moldavo dice que EEUU y la UE apoyan ahora a su paísa "porque es una democracia"

  • Moscú.- El primer ministro de Moldavia, Vlad Filat, aseguró hoy a Efe que su país es ahora una democracia, razón por la que se ha ganado el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

El presidente moldavo dice que EEUU y la UE apoyan ahora a su paísa "porque es una democracia"
El presidente moldavo dice que EEUU y la UE apoyan ahora a su paísa "porque es una democracia"

Moscú.- El primer ministro de Moldavia, Vlad Filat, aseguró hoy a Efe que su país es ahora una democracia, razón por la que se ha ganado el respaldo de Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

"Los comunistas habían reinstaurado en los últimos años el régimen autoritario soviético. Ahora, somos una democracia con libertad de expresión y respeto a los derechos humanos", aseguró Filat, jefe de Gobierno desde 2009 del país más pobre de Europa.

Una muestra del apoyo de Occidente a la antigua república soviética fue la visita esta semana a Chisinau de la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, y la inminente del vicepresidente norteamericano, Joe Biden.

"Los moldavos son libres. Han perdido el miedo. Se acabó el monopolio del poder en manos de un solo partido. Occidente sabe que, si nos apoya, las reformas democráticas tendrán éxito", insiste.

Filat, de 44 años, subrayó que los moldavos son "ciudadanos europeos", pero que el Gobierno liberal de la Alianza por la Integración Europea (AIE) "no quiere regalos" por parte de los Veintisiete.

"No se trata de caridad. Queremos firmar un acuerdo de asociación con la UE para crear una zona de libre comercio y que los moldavos tengan derecho a viajar libremente sin necesidad de visado por Europa", dijo.

El dirigente moldavo confía en que durante el Consejo UE-Moldavia de mayo la Comisión Europea reciba el mandato por iniciar negociaciones sobre exención de visados para los 3,5 millones de moldavos, vecinos de los Veintisiete desde el ingreso de Rumanía en 2007.

"Los europeos no deben temer una invasión de trabajadores moldavos. Nosotros esperamos que muchos regresen a casa. Actualmente, decenas de miles de emigrantes moldavos no pueden volver a su país", dijo.

Precisamente, Filat cree que la visita de Biden será un significativo espaldarazo para las reformas políticas, económicas y judiciales, que además podría incluir una generosa ayuda económica.

"La visita es histórica. Demuestra que estamos en el buen camino. Ya han pasado casi 20 años desde la caída de la Unión Soviética y no podemos seguir mirando atrás", dijo.

Al mismo tiempo, Filat reconoce que la situación política es complicada y que el país aún no ha superado la crisis institucional en la que se encuentra sumida desde que la AIE desbancara a los comunistas en las elecciones de julio de 2009.

"No hay solución a la vista. Nos faltan dos escaños en el Parlamento para elegir al presidente. Necesitamos estabilidad para acometer las reformas que nos exige la UE", asumió.

Filat aseguró antes de las elecciones parlamentarias de noviembre pasado, en la que la AIE logró 59 de los 61 escaños necesarios para elegir al presidente, que el Partido de los Comunistas "es pasado y no tiene nada en común con el futuro democrático y europeo de Moldavia".

No obstante, ahora se ha visto obligado a entablar negociaciones con el líder comunista y expresidente moldavo, Vladímir Voronin, para buscar una salida a la crisis que tiene a este país con un presidente en funciones desde hace casi dos años.

"No hay vuelta de hoja. Necesitamos dos escaños para elegir al presidente. Los comunistas deben participar en las negociaciones. A alguna gente esto no le gusta, pero no trabajamos para alegrar a nadie, sino para lograr la ansiada estabilidad", apunta.

Filat aseguró que "ni la AIE, ni los comunistas ni el pueblo quieren unas nuevas elecciones", ya que serían las cuartas en los últimos dos años y supondrían un gasto inasumible para el país.

"El Tribunal Constitucional decretó recientemente que es el Parlamento quien tiene la última palabra. No hay límite de tiempo para convocar la votación en el Parlamento, pero no podemos estar más años sin jefe de Estado", indicó.

En todo caso, agrega, "la administración pública funciona y no hay parálisis en la gestión gubernamental".

"En 2010 alcanzamos un crecimiento económico del 6,9 por ciento, un déficit público del 2,4 y una inflación 8,1. Tenemos intención de aumentar los salarios de los profesores en un 25 por ciento y de los funcionarios en un 12,5", dijo.

Filat reconoció que la asignatura pendiente de Moldavia desde la independencia es mejorar el nivel de vida de la población para dejar de ser considerada el país más pobre del continente, según el Banco Mundial, y frenar el éxodo laboral.

En cuanto a Rusia, el político liberal asegura que la relación se ha normalizado y las exportaciones de vino, frutas y verduras al mercado ruso, que son cruciales para la economía nacional, van en aumento, y adelantó que se reunirá en breve con el primer ministro, Vladímir Putin.

En lo que se refiere al conflicto con la región separatista de Cisdniéster, Filat reconoce que el proceso de negociación está estancado y culpa de ello a la intransigencia de su líder prorruso, Ígor Smirnov.

Territorio conocido como Besarabia antes de la segunda guerra mundial, Moldavia fue ocupada por la Alemania nazi en 1940 y anexionada por la Unión Soviética en septiembre de 1944, hasta que se independizó a finales de 1991.

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