El presidente ucraniano cierra la campaña alertando sobre el peligro del retorno al pasado

  • Kiev.- El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, advirtió hoy al cerrar la campaña electoral de que la democracia ucraniana es todavía muy frágil y que aún persiste el riesgo de que el país retorne al pasado autoritario.

El presidente ucraniano cierra la campaña alertando sobre el peligro del retorno al pasado
El presidente ucraniano cierra la campaña alertando sobre el peligro del retorno al pasado

Kiev.- El presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, advirtió hoy al cerrar la campaña electoral de que la democracia ucraniana es todavía muy frágil y que aún persiste el riesgo de que el país retorne al pasado autoritario.

"Hay que entender cuán frágil es aún la libertad y la democracia en Ucrania. Lamentablemente, la democracia en Ucrania todavía no es un hecho", declaró Yúschenko en su última rueda de prensa antes de los comicios del domingo, en los que busca revalidar el mandato.

El jefe de Estado convocó a la prensa para presentar un libro con sus discursos desde la Revolución Naranja de 2004 que lo aupó al poder y hasta este año, con el fin de cerrar así su campaña, aunque los sondeos le dan casi nulas posibilidades de ganar los comicios.

Yúschenko destacó que había dedicado su mandato a consolidar la identidad nacional de Ucrania, a alejarla del pasado soviético y de la influencia agresiva de la vecina Rusia y a afianzar el sistema político pluralista y la libertad de expresión.

Pero admitió que la sociedad ucraniana, agobiada por problemas económicos, no aprecia suficientemente "las libertades democráticas alcanzadas en Ucrania, lo que más necesita y lo que menos valora".

"Cada año de nuestra independencia ucraniana nos ha costado muy caro. Si ahora nos equivocamos con nuestras prioridades, perderemos el país", dijo Yúschenko, en previsible alusión a los dos favoritos de los comicios, ambos adversarios políticos suyos.

Son el ex primer ministro pro-ruso Víctor Yanukóvich, su rival en las urnas en 2004, y la actual jefa de Gobierno, Yulia Timoshenko, antigua aliada en la Revolución Naranja convertida con el tiempo en su mayor antagonista entre las fuerzas liberales.

Yúschenko reafirmó su convencimiento de que las principales tareas de Ucrania son su afianzamiento como Estado independiente, el desarrollo democrático y la integración euroatlántica, además de profundas reformas internas, políticas y económicas.

"Ucrania, como nación y como Estado soberano, solo tendrá futuro dentro del sistema de coordenadas democrático", subrayó, según la agencia UNIAN.

Sobre su trayectoria como estadista, señaló que, como financiero, desde que fue jefe del Banco Nacional procuró mantenerse lejos de la política, pero no pudo denegar su respaldo al "movimiento nacional" que buscaba convertir a Ucrania en un Estado realmente independiente.

"No me gusta la política, pero sin política es imposible levantar una nación", enfatizó.

Al recordar sus tiempos de jefe de Gobierno del anterior presidente Leonid Kuchma, recordó que entonces no tenía ni partido ni periódico que lo apoyaran, ni negocios propios, y que había asumido ese cargo como la procesión con la cruz.

"Es el Gólgota. Y, por cierto, lo mismo espera al próximo primer ministro, que llegará para sustituir a Timoshenko y recibirá un país en ruinas", aprovechó la ocasión Yúschenko para criticar a su rival.

"Será un primer ministro al que le tocará limpiar los establos de Augías y necesitará el apoyo de todos los 47 millones de ucranianos", manifestó.

Mientras, Timoshenko, al cerrar ayer su propia campaña aconsejó a Yúschenko que dejara el cargo "con elegancia" y sin sacar a relucir los trapos sucios.

"La sabiduría de un político está en llegar con elegancia y en saber marcharse con elegancia y dignidad, cuando llegue la hora", subrayó la primera ministra.

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