El presunto cerebro de los atentados de París murió en el asalto en Saint Denis

  • El presunto cerebro de los atentados murió en el asalto policial cerca de París, anunció la fiscalía después de un voto de los diputados este jueves a favor de prolongar el estado de emergencia en Francia, donde el gobierno no descarta un "riesgo" de ataque químico o bacteriológico.

El cuerpo "acribillado" del yihadista belga Abdelhamid Abaaoud fue "formalmente identificado" entre los muertos de la operación en el suburbio de Saint Denis (norte), anunció el fiscal François Molins. Su identidad fue determinada gracias a las huellas dactilares.

Este miembro activo del Estado Islámico (EI) nació hace 28 años en el barrio Molenbeek de Bruselas, un vivero de yihadistas.

Era conocido como Abu Omar al Baljiki ('el belga'), se creía que estaba en Siria y sobre él pesaba una orden de detención europea e internacional.

Las autoridades francesas se preguntan cómo es posible que huya podido regresar sin ser detectado por ningún servicio de inteligencia europeos.

Antes de los atentados Francia "no recibió comunicación alguna procedente de países europeos por donde pudo transitar" el yihadista, dijo el ministro del Interior Bernard Cazeneuve. Después del fatídico viernes, "un servicio de inteligencia de un país no europeo nos señaló haber tenido conocimiento" de su paso por Grecia, explicó.

Europa debe reaccionar y "organizarse contra la amenaza terrorista", exhortó la víspera de una reunión de ministros del Interior de la UE en la que se pedirá que se extiendan a los europeos los controles sistemáticos en las fronteras exteriores del bloque.

El jefe de gobierno Manuel Valls se congratuló por la eliminación de "uno de los cerebros" de la matanza, al que le atribuyen cuatro de los seis atentados frustrados en Francia desde la pasada primavera.

En la operación de Saint-Denis se detuvo a ocho personas, entre las que no figura otro sospechoso clave, Salah Abdeslam. Se cree que logró huir después de haber participado en un comando que ametralló terrazas de bares y restaurantes el 13 de noviembre.

La investigación también se centra en otros dos hermanos yihadistas, Fabien y Jean-Michel Clain, cuyas voces figuran en la reivindicación del EI.

Valls advirtió del "riesgo" de un atentado con "armas químicas o bacteriológicas" en su discurso ante la Asamblea Nacional, que aprobó el proyecto de ley sobre la prolongación del estado de emergencia tres meses, hasta el 25 de febrero. El Senado lo votará el viernes.

El texto da más poderes a las fuerzas públicas para efectuar registros, detener y poner bajo arresto domiciliario a los sospechosos. Incluye la posibilidad de bloquear portales de internet y redes sociales que hagan "apología del terrorismo".

"No hay que excluir nada. Lo digo por supuesto con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en mente. Puede haber riesgo de armas químicas o bacteriológicas", dijo.

Entre las medidas adicionales anunciadas por Valls figura la creación de un centro juvenil de desradicalización, destinado principalmente a los "arrepentidos". Los pondremos "a prueba para medir su voluntad de reinserción", explicó.

Los yihadistas de regreso de Siria o de Irak no tendrán cabida en él. "Su lugar está en la cárcel", aseguró.

Valls quiere además acelerar la adopción del Registro de Nombres de Pasajeros (PNR, por sus siglas en inglés), un fichero que permite controlar las entradas y salidas de los viajeros en el territorio europeo, considerado indispensable para combatir la amenaza yihadista.

Esta medida, reclamada también por Estados Unidos, está bloqueada en el Parlamento Europeo.

La policía anunció por su parte que los agentes podrán ir armados fuera de las horas de servicio, de forma voluntaria e informando a su jerarquía.

El gobierno francés prevé que las medidas anunciadas por el presidente François Hollande para reforzar la seguridad después de los atentados, que causaron 129 muertos, costarán al Estado 600 millones de euros (640 millones de dólares).

En el frente exterior, Francia sigue bombardeando al EI en Siria, al igual que Rusia, golpeada por un atentado yihadista contra un avión ruso en el Sinaí egipcio. "Hay que aunar todas nuestras fuerzas", afirma París.

Rusia se declara dispuesta a cooperar con la coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos si se respeta la soberanía de Siria, su aliado.

El futuro político del presidente sirio Bashar al Asad es motivo de discrepancia entre Moscú y varios países, sobre todo Francia y Estados Unidos, que quieren su dimisión.

Turquía llamó, por su parte, a un frente unido de los países musulmanes contra el EI.

"El mundo entero está en guerra y Dios llora", afirmó el papa Francisco.

"¡Ruinas, quedan miles de niños sin educación, tantas muertes de inocentes! Y tanto dinero en los bolsillos de los traficantes de armas", deploró. "¡Malditos!".

En París las autoridades prolongaron la prohibición de manifestarse hasta el domingo y en Lyon (este) se suspendió el Festival de las Luces de diciembre.

Otro clásico, la llegada del vino Beaujolais Nouveau se recibió con solemnidad en los bares parisinos, pero con muchos menos clientes que de costumbre. "No hay que ceder", clamó María sentada a una mesa de una terraza.

En los lugares de las matanzas, continúan los altares de flores y velas, en los que los franceses dejan ejemplares de la novela "París era una fiesta" de Ernest Hemingway.

Una recopilación de memorias alegres de su estancia en París en los años 1920 convertida en un símbolo de la defensa de la "joie de vivre".

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