El supremo eleva a nueve años la condena al jefe de la mafia ruso-georgiana zakhar kalashov


La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha decidido elevar de siete a nueve años de cárcel la condena impuesta a Zakhar Kalashov, el líder de la red mafiosa ruso-georgiana desarticulada en la denominada “operación Avispa”, por blanquear a través de operaciones inmobiliarias en la Costa del Sol el dinero procedente de la actividad criminal.

Los magistrados del Alto Tribunal han tomado esta decisión al revisar la sentencia dictada en mayo pasado por la Audiencia Nacional. El Supremo considera que Kalashov, condenado por un delito continuado de blanqueo de capitales, tenía grado de dirigente dentro de la organización mafiosa, por lo que ha decidido elevar la pena impuesta, según informaron desde el Alto Tribunal.
Además de los nueve años de cárcel, el líder de la mafia ruso-georgiana deberá abonar una multa de 22.500.000 euros. El Supremo también ha elevado de cinco a seis años de cárcel (más una multa de 10 millones de euros) la condena impuesta al “número dos” de Kalashov, Mikhail Mdinaradze.
La resolución del Supremo eleva además de cuatro a seis años y medio de cárcel las condenas impuestas a Konstantin Asatiani y Oleg Vorontsov al considerar que, además del delito de blanqueo, cometieron un delito de falsedad en documento mercantil.
El Alto Tribunal también ha elevado el resto de condenas y ha impuesto cuatro años de prisión a Alexander Minime y tres años y seis meses a Natalia Serova.
ASESINATOS POR ENCARGO
La resolución del Supremo subraya que Kalashov es un “ladrón de ley”, una figura que hace referencia a los máximos dirigentes de la criminalidad organizada gestada en la antigua Unión Soviética.
El condenado lideraba una red mafiosa georgiana que opera en la región de Moscú y que se dedicaba a la extorsión organizada, a los asesinatos por encargo, al tráfico de armas y al de estupefacientes, y ofrecía seguridad y protección a determinados empresarios y tenía negocios en los sectores bancarios y del petróleo.
A partir del año 2003, y “con la finalidad de esconder el origen de su dinero”, Kalashov invirtió grandes sumas para adquirir varios inmuebles en España, principalmente en el levante español y en la Costa del Sol, un proceso cuyo único objetivo era blanquear el capital obtenido de sus actividades delictivas.
Para ello se sirvió de una serie de testaferros, a los que envió a España para crear una red de sociedades, como las empresas Sun Invest 2000 y Elviria Invest, “a través de la cual afloraba grandes cantidades de dinero”. En total, Kalashov invirtió en España un total de 7,5 millones de euros.

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