Murcia, 23 abr.- El hombre marroquí detenido esta madrugada en Barriomar (Murcia) como supuesto terrorista islámico convivía desde hace meses con un ciudadano ecuatoriano que observa perplejo desde la calle cómo agentes de la Policía Nacional registran la vivienda de alquiler en la que vive.
El compañero de piso declina hablar con los periodistas y aguarda desde la calle para poder entrar en la vivienda en la que esta madrugada fue desalojado para comenzar el registro autorizado por el juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional.
Al parecer el supuesto terrorista habría tirado su teléfono móvil al patio de un colegio próximo, siendo recuperado por los agentes de inmediato.
Según afirmaron algunos vecinos se trata de un hombre reservado que pasaba desapercibido y que no llamaba la atención, residiendo cerca de un local de la comunidad islámica albujarí que todos los viernes por la tarde se llena de ciudadanos norteafricanos.
La zona no está acordonada, pero dos agentes custodian la entrada del número 38 de la avenida Ciudad de Almería de Murcia mientras perros policías y la Policía Judicial registran la vivienda.
Un centenar de vecinos se encuentran frente al edificio Romirón observando con curiosidad dónde reside en régimen de alquiler el presunto terrorista.
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