El terrorismo y la violencia sectaria marcan la visita de Clinton a Belfast

  • Belfast recibió hoy a Hillary Clinton en una atmósfera de tensión provocada por los violentos disturbios de los últimos días y la amenaza terrorista, en su nueva visita a Irlanda del Norte y quizá la última como secretaria de Estado de Estados Unidos.

Dublín, 7 dic.- Belfast recibió hoy a Hillary Clinton en una atmósfera de tensión provocada por los violentos disturbios de los últimos días y la amenaza terrorista, en su nueva visita a Irlanda del Norte y quizá la última como secretaria de Estado de Estados Unidos.

Dentro de la gira europea que ha llevado a Clinton a Praga, Bruselas y Dublín, la última escala en la capital norirlandesa se presentaba como una ocasión para celebrar su proceso de paz, exitoso pero frágil por la existencia aún de divisiones sectarias entre católicos y protestantes y de grupos opuestos a la vía democrática.

La jefa de la diplomacia estadounidense, que abandonará su cargo en enero próximo, quería abordar con los líderes políticos de la provincia la marcha del proceso de paz y las oportunidades económicas que el fin del conflicto ofrece a sus ciudadanos.

No obstante, sin olvidar los enormes progresos logrados desde la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), sellado gracias, en parte, a los esfuerzos e implicación personal de su marido, el expresidente estadounidense Bill Clinton, Hillary se vio hoy obligada a hacer un llamamiento para mantener una paz que muchos dan por hecha.

Nada más lejos de la realidad, a juzgar por los casi veinte policías que resultaron heridos esta semana en enfrentamientos con jóvenes protestantes opuestos a la retirada de la bandera británica del Ayuntamiento de Belfast, que solo ondeará determinados días.

Miles de unionistas (partidarios de la permanencia de la provincia en el Reino Unido) tomaron durante varias noches las calles de diferentes localidades para protestar por la decisión tomada por la mayoría de concejales municipales este lunes, que votaron a favor de retirar, por primera vez desde 1906, la "Union Jack" del consistorio.

Por 29 votos a favor y 21 en contra, se aprobó así una moción del partido multiconfesional Alianza, que agrupa a católicos y protestantes, alguno de los cuales ha recibido amenazas de muerte por este motivo.

"La gente puede tener sólidas convicciones, pero no se debe recurrir a la violencia como vía para expresar esas convicciones. El único camino es el pacífico y democrático", señaló hoy Clinton, después de entrevistarse con el ministro principal norirlandés, el unionista Peter Robinson, y su adjunto en el Gobierno de poder compartido, el nacionalista Martin McGuinness.

La secretaria de Estado recordó que en las "sociedades democráticas siempre habrá desacuerdos", pero insistió en que la "violencia nunca será la respuesta aceptable" para solucionarlos.

La responsable de la política exterior de la Casa Blanca instó a "todos los partidos" a "trabajar juntos" para hacer frente a "las divisiones sectarias" entre católicos y protestantes, que aún amenazan la paz en la región.

También los grupos disidentes del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) se encargaron hoy de subrayar la inestabilidad de la situación poniendo en estado de alerta a la Policía norirlandesa (PSNI), que en la últimas horas ha hallado dos artefactos explosivos en diferentes puntos de la provincia.

El primero de estos fue encontrado anoche en la localidad de Londonderry, en el oeste, en el interior de un coche y se trata de una bomba de fabricación casera con capacidad para dañar vehículos blindados, similar a las usadas en Afganistán contra la fuerzas de seguridad, según explicó hoy el superintendente de la PSNI Stephen Martin.

El segundo artefacto es una carta bomba que fue depositada la pasada noche en un buzón de la localidad de Clough, en el condado de nororiental de Down, la cual, advirtió la PSNI, tenía "capacidad para matar o herir gravemente".

Antes de abandonar hoy Belfast, Clinton tiene previsto asistir a un acto organizado por The Ireland Funds, una red de recogida de fondos que apoya programas de paz, reconciliación, cultura y desarrollo comunitario en Irlanda e Irlanda del Norte.

Clinton ya visitó Irlanda del Norte en calidad de secretaria de Estado en 2009, mientras que entre 1993 y 2001 acompañó en tres ocasiones a su marido, durante sus dos mandatos al frente de la administración estadounidense.

Sin duda, la visita más recordada de la pareja fue al año siguiente del primer alto el fuego del IRA (1994), cuando se sentaban las bases para el comienzo de un proceso de paz y ambos, en un simbólico gesto, encendieron las luces de Navidad de Belfast en diciembre de 1995.

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