El "toque de silencio" cumple 150 años en el cementerio de Arlington

  • Unos doscientos cornetas recorrieron hoy en el Cementerio Nacional de Arlington las 24 notas del "toque de queda" que desde hace un siglo y medio acompaña la congoja de los funerales militares de Estados Unidos.

Jorge Bañales

Washington, 19 may.- Unos doscientos cornetas recorrieron hoy en el Cementerio Nacional de Arlington las 24 notas del "toque de queda" que desde hace un siglo y medio acompaña la congoja de los funerales militares de Estados Unidos.

Conocido como "taps", el toque, escrito en 1862, originalmente señalaba el final del día y la orden de apagar las luces en las guarniciones y campamentos militares y, según el Sargento Maestro retirado de la Fuerza Aérea, Jari Villanueva, adquirió su uso fúnebre durante la Guerra Civil.

Villanueva, quien por años ha sonado "taps" en el cementerio militar más famoso de Estados Unidos a las afueras de Washington, se ha convertido también en el historiador más autorizado sobre los instrumentos musicales y los toques castrenses.

En el Cementerio de Arlington la ceremonia se repite al menos 30 veces por día: un pelotón militar desfila lentamente, hace exhibición de armas y malabarismos con ellas, y luego un solitario trompeta o clarín ejecuta la melodía.

Tras una ceremonia de conmemoración realizada hoy en el camposanto, los cornetas, casi todos miembros en activo o jubilados de las Fuerzas Armadas, se desplazaron a distintos puntos para tocar simultáneamente el "toque de silencio".

Según Villanueva, en junio de 1862, a más de un año de iniciada la guerra entre los Estados, cuando el ejército de la Unión estaba acampado junto al río James, en un sitio llamado Harrison's Landing, en Virginia, al general de brigada Daniel Butterfield se le ocurrió que no le gustaba el "toque de silencio" que se usaba hasta entonces y provenía de los manuales militares franceses.

"Butterfield le pidió a un soldado de 22 años, llamado Oliver Wilcox Norton, que le diera una nueva melodía para tocarla esa misma noche", contó Villanueva. "A la mañana siguiente otros clarines le preguntaron a Norton sobre la melodía y pronto se extendió el uso de las 24 notas de 'taps'".

El nombre deriva de un acrónimo en holandés "taptoe", que significa "pónganle la tapa (a la cerveza) y manden las tropas al campamento". De la misma raíz proviene el término "tatoo" (tatuaje).

Dada la proximidad con que los ejércitos enemigos operaban durante la guerra civil (1861-1865), la más mortífera en toda la historia de Estados Unidos, también los músicos castrenses de la Confederación adoptaron el toque de silencio.

En 2000, el Congreso aprobó una ley que dio a los veteranos de guerra el derecho a tener el toque de silencio en sus funerales.

"Taps" fue también el título de una película de 1981, con George C. Scott, Tom Cruise y Sean Penn, dirigida por Harold Becker, en la cual un grupo de cadetes militares decide asumir el control de su academia para impedir el cierre.

Los militares en buena parte del mundo han adoptado ese toque, tanto para señalar el final de la jornada como para las ceremonias fúnebres, y aparte de escuchársele en gran número de películas de guerra, quizá la exposición de mayor alcance global ocurrió en noviembre de 1963.

Fue durante el entierro del presidente John F. Kennedy, y Villanueva recuerda que el deber recayó sobre el trompeta principal de la banda del Ejército, Keith Clark, quien "en cuanto supo que le tocaría la ocasión se apresuró a cortarse el pelo".

Clark esperó de pie y firme durante tres horas en el frío día de noviembre hasta que llegó a Arlington la procesión con los restos del presidente asesinado.

"Finalmente y sin mucho tiempo para prepararse, Clark hizo sonar el toque... con un quebranto en la sexta nota", relató Villanueva. "Quizá fue una falla, o quizá lo hizo a propósito como expresión de una nación acongojada".

"Clark contó luego que por semanas después del sepelio (de Kennedy), los clarines en el Cementerio de Arlington siguieron errando en la misma nota", añadió.

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