El yihadista de Toulouse ha muerto de un disparo en la cabeza

  • El fiscal François Molins ha declarado que Mohamed Merah filmó sus asesinatos y dio los detalles a los negociadores de todos sus actos antes de saltar al vacío y ser alcanzado en la cabeza por el fuego cruzado de los policías desde fuera del edificio.
El asesino de Toulouse murió de un disparo en la cabeza
El asesino de Toulouse murió de un disparo en la cabeza
María Sorribes Catret

El fiscal François Molins ha declarado que el asesino de Toulouse ha muerto por un disparo en la cabeza cuando se precipitaba al vacío desde el balcón de su casa.

La intervención policial para detenerlo comenzaba este martes a las tres y media de la mañana y se ha dividido en varias fases, según ha detallado el fiscal. La primera fase, ha confirmado, fue muy violenta y en ella se intercambiaron tiroteos entre la Policía y Merah.

Tras ello, comenzó la fase de la negociación en la que, según Molins, el asesino cambió de actitud y relató todos los detalles de sus crímenes. Entre ellos la localización de una mochila con armas y una scooter con las que pretendía perpetrar dos nuevos asesinatos ayer miércoles y hoy jueves.

Merah también señaló el lugar donde escondía una cámara de vídeo con la que había filmado los asesinatos. Una grabación que, según el fiscal, es bastante explícita y muestra detalles como la conversación y asesinato del vendedor de la moto scooter.

"Tú matas a mis hermanos, yo te mato a ti", una frase que puede escucharse en una de las grabaciones que muestra el primer asesinato, el de un militar del regimiento de paracaidistas ocurrido en Toulouse el pasado 11 de marzo.

La misma sangre fría mostró, según se desprende de esa grabación, en el asesinato de otros dos militares en Montauban cuatro días más tarde, y en la de tres niños y un adulto, padre de dos de ellos, en una escuela judía de Toulouse este lunes.

Molins también ha relatado que en el curso de las negociaciones, el asesino no llegó a pedir nada a cambio de la rendición y que no se mostró arrepentido.

Es más, llegó a lamentar el "no haber podido matar a más gente" y continuó con una clara sentencia: "Si muero yo, me da igual porque iré al cielo y si morís vosotros también me da igual porque sois vosotros".

Tras pedir un descanso, comenzó la tercera parte de la intervención, en la que Merah dijo que quería morir con las armas en la mano, que no quería ser juzgado y que la rendición no tenía sentido.

Y así fue. Cuando la policía entró por fin en el domicilio salió del baño disparando a los efectivos con un Colt.45 y avanzó hasta el balcón sin dejar de apretar el gatillo.

Cuando se lanzó al vacío fue alcanzado por los tiros de los policías que se encontraban rodeando la vivienda. La autopsia, ha declarado el fiscal, confirma la muerte por un disparo en la cabeza.

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