Elevan hasta 18 años de cárcel penas por robo de combustible de Pemex

  • El Gobierno mexicano anunció hoy el incremento a la pena máxima, hasta 18 años de cárcel, por el robo de hidrocarburos o sus derivados de los oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), única empresa que se encarga de esta actividad en el país.

México, 24 oct.- El Gobierno mexicano anunció hoy el incremento a la pena máxima, hasta 18 años de cárcel, por el robo de hidrocarburos o sus derivados de los oleoductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), única empresa que se encarga de esta actividad en el país.

Un decreto publicado hoy en el Diario Oficial del Gobierno mexicano y que entra en vigor a partir de mañana precisa que la penalidad máxima de 18 años se aplicará a funcionarios o extrabajadores de Pemex o miembros de la delincuencia organizada.

El decreto señala que se aplicarán sanciones con cárcel a quien posea o resguarde de manera ilícita petróleo crudo o hidrocarburos refinados, procesados o sus derivados.

"Toda persona que sustraiga o aproveche petróleo crudo o hidrocarburos refinados, procesados o sus derivados de ductos, equipos o instalaciones de Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios o empresas filiales, se castigará con pena de ocho a doce años", así como diversas multas.

Agrega que "las sanciones que correspondan por los delitos previstos en este artículo se aumentarán en una mitad cuando el responsable sea o haya sido trabajador o servidor público de la industria petrolera".

Estas reformas penales tipifican como delito grave y robo calificado el hurto de hidrocarburos, así como de delincuencia organizada cuando estén involucradas bandas especializadas.

Estas medidas tienen como objetivo frenar el robo de hidrocarburos, que se ha elevado de manera exponencial en los últimos años y que, según las autoridades, en los últimos seis meses se han detectado 568 tomas clandestinas.

De acuerdo con datos recientes de Pemex, el valor total de los energéticos robados entre enero y abril pasados asciende a unos 300.000 barriles, lo que representa pérdidas por 3.000 millones de pesos (unos 223 millones de dólares), cifra que supera el total registrado durante todo 2010.

El mayor robo de combustible ocurre en los estados de México (centro), Veracruz (este) y Tamaulipas (noreste).

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