Embajador egipcio en España: "Los militares actuaron por petición popular"

  • El embajador egipcio en España, Ayman Zaineldine, dijo hoy que el Ejército intervino en su país para deponer al presidente Mohamed Mursi por petición de los partidos de la oposición y del pueblo y negó que fuera un golpe de Estado.

Madrid, 5 jul.- El embajador egipcio en España, Ayman Zaineldine, dijo hoy que el Ejército intervino en su país para deponer al presidente Mohamed Mursi por petición de los partidos de la oposición y del pueblo y negó que fuera un golpe de Estado.

Según Zaineldine, representantes de la oposición se reunieron con altos mandos militares días antes de deponer a Mursi para pedirles su intervención ante el fracaso de las conversaciones con él.

Algunos de los asistentes a esas reuniones fueron los líderes opositores Mohamed El Baradei, de la Coalición Frente del 30 de Junio; Yunis Majiun, del partido salafista Nour, y el papa Copto entre otros.

Afirmó que las razones fundamentales que causaron el derrocamiento de Mursi fueron la falta de consenso con la oposición a la hora de redactar la Constitución, el hecho de que los Hermanos Musulmanes estaban situando a partidarios suyos en puestos clave de la Administración y la falta de resultados a la hora de solucionar los problemas económicos y de inseguridad interna del país.

Superar la crisis económica en que se encuentra el países y la seguridad son las prioridades del nuevo Gobierno que se está formando, así como la necesidad de promover una reconciliación a nivel nacional para evitar la inestabilidad y la violencia, según explicó el embajador.

Declaró también que Mursi se encuentra detenido en unas instalaciones militares por su propia seguridad, aunque no precisó dónde, igual que los líderes de los Hermanos Musulmanes arrestados estos días.

Según el diplomático, que se refirió al nuevo Ejecutivo como un "gobierno de concentración nacional", los Hermanos Musulmanes son una parte muy importante de la sociedad egipcia y serán invitados a las conversaciones para elaborar una nueva Constitución.

Defendió además el papel de los jóvenes y la sociedad civil egipcia en esta "transición en medio de una revolución" y dijo estos que no están dispuestos a permitir que ningún gobierno recorte libertades individuales o imponga cualquier tipo de autoritarismo.

Resaltó que la nueva Constitución debe estar basada en la tradición constitucional egipcia y contar con un amplio consenso incluidos partidos islamistas, liberales o de izquierdas.

Aseguró igualmente que los militares no tienen ninguna intención de quedarse en el poder.

Según Zainaldine todavía no hay fechas para comenzar a redactar la nueva Carta Magna, pero indicó que se está negociando un calendario para ese propósito.

El embajador egipcio opinó que "no hay riesgo de una guerra civil" en su país debido al compromiso de la población con una democracia estable.

Al ser preguntado sobre la cancelación de todas las visitas a Egipto desde las agencias de viajes españolas, expresó su confianza de que el turismo volverá a fluir en su país en cuanto la situación vuelva a la normalidad.

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