Empleo defiende que sus presupuestos “se ajustan a la realidad”

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, defendió este jueves que los presupuestos de su departamento para el próximo ejercicio “no son tramposos” sino que se “ajustan a la realidad y a la previsiones económicas del Gobierno”.
En su intervención en la Comisión de Empleo y Seguridad Social, la secretaria de Estado defendía así las cuentas para el próximo curso frente a las críticas de quienes consideran que están basados en previsiones alejadas de la realidad.
Hidalgo señaló que podría haber “alguna desviación” de las previsiones recogidas en el cuadro macroeconómico del Gobierno, pero añadió que por esta razón “las partidas son créditos ampliables”, lo que ofrece una “garantía total y absoluta” sobre su cumplimiento.
La responsable de Empleo apuntó que el presupuesto del próximo año “se engarza en un periodo muy complicado” pero defendió que el Ejecutivo ha tenido “la sensibilidad especial para que las personas que más lo necesitan tengan garantizadas sus prestaciones”.
Hidalgo apuntó que de los 30.917 millones de euros con los que cuenta el departamento la mayor parte, el 86% (26.696 millones), se destinará a cubrir las prestaciones por desempleo. Por el contrario, los ingresos por cotizaciones ascienden a 17.667 millones, lo que supone un déficit de 9.029 millones para el pago de prestaciones que cubrirá el Estado.
Por otro lado, la secretaria de Estado subrayó que el presupuesto recoge un “importante incremento” en las prestaciones para cubrir la prestación por cese de actividad de los autónomos, ya que este colectivo es “una prioridad” para el Ejecutivo. En concreto, estima un gasto de 49 millones de euros en estas prestaciones.
También hizo hincapié en la cuantía destinada a las personas con discapacidad y a los colectivos con especial dificultad de incorporación al mercado de trabajo, con un incremento del 11,3% hasta 234,5 millones de euros.
Por su parte, la diputada socialista Pilar Lucio respondió a la secretaria de Estado asegurando que la caída de los ingresos por cotizaciones al desempleo en un 3,8% refleja una caída entre los asalariados que es “el reconocimiento implícito del efecto demoledor que la reforma laboral está teniendo en la destrucción de empleo”.