En Zimbabue hasta los niños de diez años atacan con machete

  • Una oleada de violencia, que recuerda a la brutal campaña de 2008, está sacudiendo Zimbabue. Mientras los líderes Tsvangirai y Mugabe tienen la mirada puesta en las elecciones del próximo año, sus partidarios se enfrentan en batallas callejeras en las que hombres, jóvenes y niños se atacan con piedras, palos y machetes.
Mugabe dice que las elecciones en Zimbabue deben celebrarse antes de marzo de 2012
Mugabe dice que las elecciones en Zimbabue deben celebrarse antes de marzo de 2012
Farai Mutsaka, Harare (Zimbabue) | GlobalPost

La oleada de violencia que vive Zimbabue desde hace unas semanas ha colocado al país africano al borde del precipicio, obligando al primer ministro Morgan Tsvangirai a buscar de nuevo la intervención de los líderes regionales.

La violencia recuerda a lo que ocurrió en 2008, cuando los seguidores del presidente Robert Mugabe llevaron a cabo una brutal campaña contra los partidarios de Tsvangirai, su principal adversario, después de ganar este último la primera ronda a las elecciones presidenciales.

Costó meses entonces acabar con los enfrentamientos. Las fuerzas regionales terminaron mediando para instaurar un gobierno compartido entre Tsvangirai y Mugabe. Desde entonces, Zimbabue vive a trompicones, sin sacar adelante ninguna reforma verdadera.

Mientras los dos líderes tienen la mirada puesta en las elecciones del próximo año, el resurgimiento de la violencia sugiere una tendencia preocupante.

Hace dos domingos, el frío matinal se suponía que iba a ser un alivio después de días de calor sofocante para los vecinos de Chitungwiza, bastión de los partidarios de Tsvangirai, a 30 kilómetros al sureste de Harare.

Pero grupos armados hasta los dientes llegaron hasta la ciudad y atacaron a seguidores del primer ministro que se estaban concentrando para celebrar una manifestación a media mañana.

Hombres jóvenes y niños de hasta 10 años atacaron con machetes, palos de madera, catapultas, barras de hierro y piedras a los manifestantes, convirtiendo la ciudad en un pequeño campo de batalla.

La Policía, que ha sido acusada por Tsvangirai y sus socios civiles de ser pro Mugabe, permanecieron impasibles ante los enfrentamientos, que obligaron a la población a refugiarse en sus casas.

Tsvangirai asegura que esta violencia es una señal de lo que vendrá en el futuro, y advierte que si la Comunidad de Desarrollo de África Austral (la SADC, por sus siglas en inglés, que ayudó a forjar el actual gobierno de coalición) no actúa, la situación irá a peor.

La SADCvigila el proceso político en Zimbabue por decisión de la Unión Africana en 2008, con el fin de mediar para asegurar unas elecciones creíbles. La SADC, por su parte, ha solicitado al presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, que maneje la crisis de Zimbabue.

Anteriores llamamientos por parte del grupo regional a Mugabe para que cese la violencia han caído en saco roto.

Sin embargo, esto no ha impedido que el ministro de Finanzas y secretario general del MDC, Tendai Biti, haya escrito a Zuma pidiéndole que aumente la presión política sobre Mugabe.

Todavía no se sabe la fecha de las elecciones presidenciales, pero tanto Mugabe como Tsvangirai coinciden en señalar que están hartos de la situación actual de parálisis y que quieren que sean antes de finales de 2013.

Mugabe, con más de 80 años y supuestos problemas de salud, quiere que las elecciones sean en el primer trimestre del próximo año. Tsvangirai en cambio insiste en que sólo convocará comicios cuando estén ya en marcha las reformas electorales y una nueva constitución, y la violencia política esté totalmente erradicada.

"Si la situación actual continúa, entonces las elecciones serán una farsa. Tenemos que crear condiciones para unas elecciones libres y justas que sean aceptadas universalmente. Es el momento de que la SADC muestre su músculo", dijo el primer ministro el pasado lunes.

Analistas y grupos civiles aseguran que Mugabe ya tiene los comicios en mente, y que por lo tanto es poco probable que obligue a sus seguidores a abandonar la estrategia de la violencia.

"Esta va a ser la situación de ahora en adelante", asegura Macdonald Lewanika, que trabaja con Crisis Coalition Zimbabwe, un grupo que se ha reunido con Zuma para pedirle más presión en esta crisis.

Antes de los incidentes de hace unos días en Chitungwiza se produjeron casos similares por todo el país. En algunos casos, miembros del parlamento que participaban en actos públicos sobre enmiendas propuestas a la ley electoral tuvieron que retirarse después de que seguidores de Mugabe boicoteasen violentamente los encuentros.

Rindai Chipfunde Vava, directora del mayor grupo independiente de observación electoral en el país (Zimbabwe Election Support Network), admite que su grupo "se teme lo peor". "Estamos monitoreando la situación, y hay indicios de que estamos volviendo a lo de 2008. Las bandas políticas se están reagrupando y armando para una campaña de violencia", asegura.

 

Mostrar comentarios