Enrique San Francisco trae el monólogo "Enriquecido" a Las Ventas

Madrid, 20 dic.- A Enrique, Quique, San Francisco le hizo mucha gracia un anuncio en televisión sobre unas pastillas de caldo en el que hacían la pregunta, "¿cueces o enriqueces?", y decidió adoptar la idea para un espectáculo que mañana estrena en el Gran Teatro Caser Ruedo las Ventas.

"Yo me he cocido muchas veces, así que pensé que ahora podía intentar lo segundo", asegura entre risas a Efe el actor, que se mueve en teatro, cine y televisión con la soltura de más de 50 años de profesión.

Lleva de gira con "Enriquecido" más de un año, aunque asegura que lo que trae a Las Ventas, donde estará cada domingo hasta finales de enero, es "todo nuevo", "excepto, quizá, alguno como el del guardia civil".

"Son reflexiones sobre las cosas, sobre las creencias del ser humano, las mujeres y los políticos", adelanta, aunque no quiere decir nada más, "porque, si no, la gracia se pierde".

Como telonero tiene al "tremendo" Danny Horror, un monologuista "con mucha práctica en lo políticamente incorrecto" y con el que en un momento del espectáculo también "interactúa".

"Nunca imaginé cuando hice mi primer monólogo (en 2001) que iba a tener tanto tirón y que iba a provocar un futuro de monólogos y monologuistas que funciona tan bien, a pesar de ser un género tan difícil", afirma.

A pesar de ello, asegura que le gusta "muchísimo más" estar en el escenario con otros y compartir la función.

También le "encanta" que le digan que tiene "un humor inteligente": "No me gusta nada lo de caca, culo, pis, sino hacer parodia sobre la realidad, ver el punto de las cosas cotidianas. El truco es ponerse a pensar y ver lo que te rodea con perspectiva", afirma.

Cerca ya de los 60 años (los cumplirá en marzo) bromea con su aspecto siempre aniñado: "Soy como el pequeño Nicolás, pero en actor".

Dice que no le importa nada que, a pesar de tener 70 películas de cine, un medio en el que debutó con solo seis años -"como dice Jorge Sanz, yo empecé con los hermanos Lumiére"-, digan que es un cómico en lugar de actor.

"Muchas veces por la calle me han dicho, 'usted es el de los chistes', me piden que cuente alguno y no me creen cuando respondo que no me sé ninguno. Casi que se enfadan", rememora divertido.