Los 25 miembros del gobierno de transición de Davutoglu deben en principio estar constituidos por diputados de su partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamo-conservador) y del partido de la Democracia de los Pueblos (HDP, izquierda, prokurdos), en función de los escaños que tienen en el parlamento.
Las otras dos formaciones con representación parlamentaria, los social-demócratas (CHP) y los nacionalistas (MHP) han rechazado desde ya integrar ese ejecutivo de transición.
Turquía está en un callejón sin salida político desde las pasadas legislativas del 7 de junio, en las que el AKP de Erdogan perdió la mayoría absoluta que tenía desde 2002, y fue obligado a buscar un socio para seguir gobernando.
Pero las negociaciones con la oposición para formar una coalición no han dado resultado.
Erdogan tiene la ambición de salir reforzado de las próximas elecciones, que podrían celebrarse el 1 de noviembre. El presidente espera captar el voto nacionalista, en momentos en que los nervios están a flor de piel por las muertes diarias en las filas del ejército y la policía, debido a los enfrentamientos con los rebeldes kurdos.
Algunos sondeos dan un alza de 2 a 3% a la intención de voto por el AKP (41% en junio) lo que le permitiría recuperar su mayoría.
BA/me/app
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