El esperado veredicto contra un exguardia de Auschwitz

La justicia alemana emitirá el viernes su veredicto contra Reinhold Hanning, un exguardia de Auschwitz que confesó sentirse "avergonzado" por haber participado en semejante "pesadilla", y podría ser el último condenado por los crímenes nazis.

El fiscal Andrea Brendel argumentó durante el juicio que el exguardia de las SS "participó en la empresa de aniquilación que se llevó a cabo en el campo" de concentración de Auschwitz.

Brendel reclamó una pena de seis años de prisión por "complicidad" en el exterminio de al menos 100.000 judíos.

El tribunal de Detmold (oeste) anunciará su decisión el viernes a las 12H00 GMT en una sala habilitada especialmente para dar cabida a los medios de comunicación y a las alrededor de 40 partes civiles procedentes de Estados Unidos, Canadá o Israel.

Hanning, de 94 años, es el tercer acusado de una serie de procedimientos iniciados en 2011 tras décadas de relativa indulgencia. John Demjanjuk, exguardia de Sobibor, fue el primer condenado ese año, seguido por la sentencia de Oskar Grönik, excontable de Auschwitz, el año pasado.

Asimismo, otros dos guardias de este campo de concentración debían comparecer este año, pero el juicio del primero está suspendido por motivos de salud y el segundo falleció justo una semana antes de ser juzgado.

Tal y como sucedió con Demjanjuk y Grönig, la Fiscalía no recrimina a Reinold Hanning ningún acto criminal preciso, pero lo presenta como parte del "engranaje" del exterminio, tan masivo que involucró a todo el personal del campo.

La defensa, por su lado, reclamó la absolución de su cliente por la falta de pruebas de una "participación directa" en los asesinatos.

Hanning era un joven obrero de una fábrica de bicicletas cuando se alistó a los 18 años en las Waffen SS, combatió en los Balcanes y después en el frente ruso. A principios de 1942 fue transferido a Auschwitz.

En el primer día de audiencia, Hanning, observado por más de 200 personas y con la mirada baja, escuchó atentamente los relatos de los supervivientes del campo. Conmovido, entregó a sus abogados 25 páginas de confesión que fueron leídas a finales de abril.

"Siento vergüenza de haber dejado que se produjese esta injusticia y de no haber hecho nada para impedirlo", escribió el antiguo soldado.

Además, confesó no haber "hablado nunca de su experiencia en Auschwitz con otras personas. Ni a mi mujer, ni a mis hijos, ni a mis nietos".

En su confesión, Hanning reconoció que "sabía que una gran parte de las personas que llegaban en tren" eran "abatidos, gaseados y quemados".

"Podía ver cómo los cadáveres eran transportados (...) Percibía los olores de incineración", contó el exguardia.

Admitió que Auschwitz representó "una pesadilla" que "intentó rechazar toda su vida" y aseguró haber pedido volver al frente en dos ocasiones, sin éxito.

"No es una declaración de culpabilidad, sino una explicación desde el punto de vista del espectador", lamentó Christoph Heubner, vicepresidente ejecutivo del Comité Internacional de Auschwitz.

Cerca de 1,1 millones de personas murieron entre 1940 y 1945 en Auschwitz-Birkenau, entonces situado en la Polonia ocupada, un campo liberado por las tropas soviéticas a finales de enero de 1945.

En total, seis millones de judíos fueron exterminados por los nazis.

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