Estados Unidos bombardea un distrito del sur de Afganistán asediado por los talibanes

  • Estados Unidos atacó por aire el distrito de Sangin en apoyo al ejército afgano asediado por los insurgentes talibanes en esta zona del sur de Afganistán donde florece el cultivo del opio.

El ejército y la policía afganos están acorralados en este distrito de la provincia de Helmand por los insurgentes, fortalecidos por sus recientes victorias. La ofensiva lanzada hace unos meses les permitió en septiembre invadir y controlar durante tres días la ciudad de Kunduz (norte).

Para evitar precisamente que el ejército afgano, solo en el campo de batalla, sufra otro revés como el de Kunduz, la aviación estadounidense llevó a cabo "dos ataques aéreos" el miércoles, explicó el coronel Michael Lawhorn, un portavoz de la misión de la OTAN en Afganistán.

El oficial no ha especificado los blancos. Se limitó a decir que representaban una "amenaza" para las tropas estadounidenses.

En el terreno, las fuerzas de seguridad afganas lanzaron el jueves una operación para intentar recuperar Sangin, que los talibanes afirman controlar en su totalidad, una información desmentida por el gobierno de Kabul.

"Unos comandos del ejército afgano y fuerzas policiales lanzaron una operación en Sangin", para intentar socorrer a los soldados y policías asediados en la capital del distrito, declaró Sediq Sediqi, portavoz del ministerio del Interior, en Twitter.

"Nuestras fuerzas avanzan en Sangin pero los combates continúan", afirma Omar Zwak, portavoz del gobernador.

Las tropas gubernamentales están extenuadas por los combates. "Nuestros hombres tienen hambre y sed", explicó Abdul Wahab, un jefe de la policía. "Por el momento tenemos la situación bajo control pero necesitamos refuerzos porque nuestras fuerzas no han dormido desde hace dos semanas", declaró Masum Khan, un oficial del ejército contactado por la AFP.

El distrito de Sangin, donde se cultiva la adormidera, de la que se extrae el opio, es un bastión histórico de los insurgentes talibanes. Su población huyó en gran parte a Lashkar Gah, la capital provincial.

Reino Unido envió un "pequeño contingente" de soldados a Helmand, donde ya hay fuerzas estadounidenses, señal del nerviosismo de los aliados occidentales de Kabul.

El contingente británico cuenta con unos 90 militares, según un responsable afgano. Londres insiste en que sus soldados no están para luchar contra los insurgentes sino para "asesorar" a las tropas afganas, tal como estipula la nueva misión de la OTAN en el país.

En Helmand, y en particular en Sangin, se concentra buena parte del cultivo del opio, una fuente de financiación de la insurgencia.

El distrito también tiene una carga simbólica para estadounidenses y británicos, que lucharon duramente por mantenerlo bajo control de las fuerzas gubernamentales durante la misión de combate de la OTAN en el país, concluida hace justo un año.

La situación en Afganistán sigue siendo inestable. El intento de diálogo entre el presidente afgano, Ashraf Ghani, y Pakistán, país que ha apoyado a los talibanes, está estancado.

El jefe de las fuerzas armadas paquistaníes, Raheel Sharif, viajará a Kabul en los próximos días, informó a la AFP una fuente de seguridad paquistaní, en lo que parece un intento más de reactivar las negociaciones de paz con los insurgentes.

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