Estudiante muerto por la Policía australiana es sepultado en Brasil

  • El estudiante brasileño Roberto Laudisio Curti, de 21 años y fallecido por disparos de choque eléctrico de la Policía australiana durante una persecución, fue sepultado hoy en Sao Paulo, casi un mes después de su muerte.

Sao Paulo, 15 abr.- El estudiante brasileño Roberto Laudisio Curti, de 21 años y fallecido por disparos de choque eléctrico de la Policía australiana durante una persecución, fue sepultado hoy en Sao Paulo, casi un mes después de su muerte.

En medio de aplausos, el cadáver del joven fue despedido en un cementerio del exclusivo barrio de Perdizes por familiares y amigos, que lucían camisetas blancas con la foto del estudiante y la frase "Luto y Justicia", en el frente, y el nombre "Betao", como era conocido, en las espaldas.

Curti murió el pasado 18 de marzo en Sídney cuando era perseguido por agentes que utilizaron pistolas eléctricas "taser" y aerosoles paralizantes de pimienta para reducirlo.

Según la Policía australiana, la víctima entró en una tienda pidiendo ayuda y diciendo que el mundo se iba a acabar, y después robó un paquete de galletas.

El joven pudo haber recibido entre tres y seis disparos de "taser", pistolas que causan descargas de 400 voltios y son usadas por las fuerzas de seguridad en países como Australia, Reino Unido y Estados Unidos para detener al agresor en situaciones que no justifican el uso de armas de fuego, según la prensa australiana.

Brasil ha pedido explicaciones a las autoridades australianas, que se comprometieron a llevar a cabo una investigación transparente para esclarecer las circunstancias de lo sucedido.

La familia presentó a las autoridades australianas exámenes recientes realizados por Curti antes de viajar a Australia, que constaban que no tenía problemas cardiacos y su estado de salud era óptimo.

Versiones extraoficiales de la Policía de Sídney, citadas por la prensa del país oceánico, indican que el joven murió por un problema cardiaco, pero la familia alega que con la cantidad de disparos de choque eléctrico nadie podría sobrevivir.

La muerte del joven generó una serie de protestas por parte de los brasileños, tanto en Sydney como en Sao Paulo.

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