Eta. Mayor oreja sostiene que el proceso "progresa adecuadamente, es decir, silenciosamente"


El ex ministro del Interior Jaime Mayor Oreja afirmó hoy que lo que él entiende como "segunda parte" del "proceso de resolución de conflictos" desarrollado entre el Gobierno y ETA "progresa adecuadamente, es decir, silenciosamente".
En una conferencia que pronunció en el seminario "Víctimas y terrorismo. El final de ETA: derrota o negociación", que se ha celebrado en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid, Mayor Oreja reiteró su análisis de que el proyecto relativista del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero casa bien con el de ETA, y aseguró que para el presidente "el aterrizaje y la presencia de ETA en las instituciones constituye la expresión de la segunda transición, igual que la de la primera fue la legalización del PCE".
Por lo que respecta a la banda, dijo que su historia es la historia de una "sucesión de treguas" de las que siempre ha sacado provecho, al haber llevado la autodeterminación a los partidos nacionalistas vascos con la tregua de 1998 y a los catalanes con la que supuestamente firmó con el ex líder de ERC, Josep Lluis Carod-Rovira, a finales de 2003. La última de esta sucesión sería la del proceso de paz con Zapatero, del que insistió que tiene la "certeza moral" de que se está desarrollando, en su segunda parte.
Como pruebas de esta convicción alegó que la Declaración de Bruselas sólo se habría firmado con el visto bueno del Gobierno, y nunca sólo a instancias de ETA, y que ambas partes están, desde su punto de vista, cumpliendo escrupulosamente con los métodos de manual de un proceso de resolución de conflictos: gestos recíprocos, declaraciones ambiguas y ficción de que ETA y la izquierda abertzale son dos agentes distintos.
Según Mayor Oreja, el excesivo optimismo de hace unas semanas en cuanto a un final inminente de ETA se ha amortiguado últimamente porque "al Gobierno no le interesa", ya que estos procesos avanzan mejor si es en silencio. "Ahora", adelantó, "toca expresar otro gesto para alimentar el proceso", que dijo que puede ser una tregua permanente, verificable o hasta irreversible si se dan ciertas condiciones. "Lo único seguro es que no se va a producir la disolución de ETA".
También dio por seguro que los abertzales estarán en las instituciones, aunque la modalidad de presencia en las elecciones sería una u otra según el ritmo que interese en cada momento. En este sentido, incluyó dentro de esta posibilidad que personas aisladas entren en las listas de Aralar o EA.
"Luego ETA medirá la fuerza que le han otorgado las urnas", auguró, y, si cree que es suficiente, "volverá a ayudar a Zapatero en las elecciones generales de 2012", igual que, a su juicio, lo hizo en 2008, "avanzando la apariencia del final". "Esa es la hoja de ruta. Cada paso se va cumpliendo y respetando por ambas partes".
No obstante, Mayor Oreja está convencido de que el final verdadero no se producirá, porque "ETA nunca renunciará a su objetivo de fractura de España", "no desaparecerá hasta que vea que el logro de ese objetivo es irreversible"; es decir, hasta que no logre la autodeterminación o la independencia. Por eso, concluyó que el proceso en que se ha embarcado Zapatero acabará en fracaso por no entender la esencia del proyecto de ETA y su trasfondo de una crisis de valores como la que alienta el relativismo.

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