La Paz, 11 sep.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, decretó hoy un nuevo proceso de indulto y amnistía para los reos procesados o condenados por delitos menores, tres semanas después de la mayor tragedia carcelaria del país, que se saldó con la muerte 33 reclusos en una reyerta en un penal de la ciudad de Santa Cruz.
El gobernante informó de que aprobó el decreto en la reunión semanal del Consejo de Ministros, tras identificar que el problema de las cárceles es la lentitud con que actúa la Justicia, hasta el punto de que ocho de cada diez presos no tiene sentencia.
Morales dijo que por razones humanitarias decidió conceder el indulto y una amnistía a los reos que cometieron delitos menores y a los que sufren por un retardo en la aplicación de la Justicia.
Según el mandatario, hay casos gravísimos de personas hasta con 20 años de prisión sin una condena firme y de reclusos que son convocados a sus audiencias una vez cada seis meses.
"Yo no conocía mucho este aspecto. Lamentablemente tienen que pasar estas cosas, como en Palmasola, para informarme. Reconocemos ese gran error como autoridades", admitió Morales.
El penal de Palmasola de Santa Cruz fue escenario el 23 de agosto de la muerte de 33 personas, tres de ellas extranjeras, durante el ataque de un grupo de reos a otro por una pugna interna de poder.
El decreto establece que el indulto es "una medida humanitaria de perdón de la pena y la amnistía es una acción de olvido del delito".
Los beneficiados del indulto serán las personas cuya sentencia sea igual o menor a ocho años por la comisión de delitos menores.
Podrán acogerse al beneficio ancianos, adolescentes y jóvenes hasta 25 años, personas con enfermedades graves o terminales, con discapacidades graves y padres o madres que tengan a su cargo a hijos menores de 12 años con los que vivan en las penitenciarias.
El sistema carcelario boliviano permite que los reclusos vivan con sus hijos en los penales, si no tienen con quien dejarlos.
También podrán beneficiarse de la norma los detenidos preventivos cuyos procesos se hayan alargado cuatro años sin una resolución.
El mandatario explicó que la norma excluye a procesados o condenados por delitos de asesinato, violación a menores, traición a la patria, espionaje, secuestro, trata y tráfico de personas, terrorismo, separatismo, extorsión, corrupción, narcotráfico y a los que sean reincidentes.
La norma tendrá una vigencia de un año, a diferencia de un primer decreto de indulto aplicado a principios de año que duró solo tres meses y permitió la libertad de unos 222 reos, lejos de la meta de 1.900 que se propuso el Gobierno al dictar la normativa.
Para entrar en vigor, el decreto debe ser previamente aprobado por el Parlamento, controlado por el partido gobernante.
Morales pidió que los estudiantes universitarios de Derecho colaboren con los reclusos para que preparen su documentación, porque es habitual que los reos no se beneficien de normas como ésta por falta de dinero para pagar los trámites.
En las cárceles de Bolivia donde hay más de 13.000 reclusos que han sobrepasado la capacidad de estos recintos, donde viven en condiciones de hacinamiento extremo.
La mayoría de las cárceles funciona con un régimen abierto, sin celdas propiamente dichas, sino con viviendas que muchas veces son construidas por los mismos reos y alquiladas o vendidas a otros presos, lo que motiva desigualdades entre los internos.
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