Ex presidente taiwanés sale de la cárcel para velatorio en campaña electoral

Taipei, 6 ene.- El ex presidente taiwanés Chen Shui-bian, encarcelado por corrupción, salió hoy de la cárcel, en plena campaña electoral, para asistir a una ceremonia por el alma de su suegra, el sábado pasado.

Chen, a quién la Prisión de Taipei le denegó participar en el funeral de su suegra, Wu Wang Hsia, "por motivos de seguridad", logro el permiso para asistir a la ceremonia de guía del alma difunta hacia su hogar, que se celebra a la semana de la muerte.

La liberación temporal de Chen, durante la disputada campaña electoral para los comicios presidenciales y legislativos del 14 de enero, "tiene un claro significado simbólico capaz de movilizar a votantes opositores", señala la profesora de la Facultad de Estudios Internacionales de Tamkang, Elisa Wang.

Chen, que llegó sin esposa al lugar de la ceremonia en la ciudad sureña de Tainan, tiene prohibido hacer declaraciones a la prensa o actos que puedan interpretarse como apoyo político a candidatos, pero la gran cobertura mediática de su liberación ha llegado a millones de taiwaneses.

Los sondeos manifiestan un virtual empate entre el actual presidente Ma Ying-jeou y la opositora Tsai Ing-wen, del independentista Partido Demócrata Progresista, apoyada por Chen, y los expertos pronostican que la victoria en los comicios presidenciales será muy ajustada.

"En esta situación unos 100.000 o 150.000 votos pueden suponer la presidencia", dijo el comentarista y ex político Chao Shao-kang.

Para proteger el orden y la seguridad pública, en el traslado de Chen se movilizaron unos 500 agentes de seguridad.

El Ministerio de Justicia y las autoridades de la prisión permitieron que Chen fuera sin cadenas, como es usual, debido al hecho de haber sido Jefe de Estado de la isla y a las garantías ofrecidas por sus familiares y políticos opositores.

Chen, que fue presidente de Taiwán de 2000 a 2008, cumple 17 años de prisión por corrupción y blanqueo de dinero, pero él y muchos de sus partidarios aseguran que la condena ha estado políticamente motivada y que es inocente de los cargos.