Expertos antiminas se desplazan a Mali ante presencia de estos artefactos

Ginebra, 6 feb.- Al menos dos bombas antipersonales han explotado en Mali, pero la ONU sospecha que puede haber muchas más, por eso se ha desplazado hasta el país africano un equipo especializado para detectarlas y eliminarlas.

Así lo aseguró hoy en rueda de prensa David Gressly, coordinador humanitario regional para el Sahel de Naciones Unidas, quien explicó que hasta la fecha han explotado dos minas antipersonales, una en Gao y otra en Kidal, pero sospechan que hay más.

"No nos ha sorprendido, porque sabíamos que los islamistas contaban con ellas. El problema es que se han detectado en las carreteras principales que comunican el sur con el norte y eso es un problema mayor por el peligro que supone", afirmó.

Es por ello que ya ha llegado a Malí un equipo de expertos de la ONU para comenzar a detectarlas y establecer los sistemas de control, a la espera de que se desplacen al país más técnicos especialistas en desminado.

"El Ejército francés también cuenta con expertos sobre el terreno", agregó.

Este descubrimiento surge en un momento en que los actores humanitarios comienzan a poder llegar hacia las zonas del norte del país, liberadas de la presencia yihadista por las tropas francesas y africanas.

Gressley afirmó que por ahora no ha habido problemas de seguridad para los trabajadores humanitarios, pero que la ONU está preparada para que esta situación empeore.

"No podemos prever lo que va a pasar pero estamos preparados ante la eventualidad de que surjan actos terroristas aquí o allá que impidan nuestro trabajo", aseguró.

Por ahora, los humanitarios intentan entregar asistencia a los 140.000 refugiados provocados por el conflicto y que ahora sobreviven en los países terceros, y a los 230.000 desplazados internos, 11.860 de los cuales abandonaron sus hogares desde el 12 de enero, cuando comenzó la intervención francesa.

Por ahora, no han detectado ningún movimiento de retorno de refugiados, pero se espera que algunos desplazados internos comiencen a volver a sus casas una vez las rutas principales se abran, y el transporte público vuelva a funcionar.