Expresidente alemán Wulff ajusta cuentas con los medios de comunicación

  • El expresidente alemán Chistian Wulff ajustó hoy cuentas con los medios y con la justicia por el proceso que terminó llevándole a dimitir de su cargo entre acusaciones de tráfico de influencias, de las que acabó siendo absuelto por los tribunales.

Berlín, 10 jun.- El expresidente alemán Chistian Wulff ajustó hoy cuentas con los medios y con la justicia por el proceso que terminó llevándole a dimitir de su cargo entre acusaciones de tráfico de influencias, de las que acabó siendo absuelto por los tribunales.

"La absolución jurídica no compensa la condena mediática previa", dijo Wulff durante la presentación de un libro en el que repasa los hechos que lo llevaron a dimitir en febrero de 2012, tras menos de dos años como presidente federal.

Ante decenas de periodistas, Wulff admitió que él también había cometido errores, pero insistió en que durante el ejercicio de todo los cargos políticos que tuvo en su carrera se había comportado siempre de acuerdo con la ley.

"Los medios desempeñaron un papel clave y la justicia actuó presionada por los medios. Los políticos guardaron silencio", dijo Wulff en referencia a las sucesivas informaciones publicadas sobre las amistades empresariales que tenía y los presuntos regalos y atenciones de los que era objeto.

Wulff ante todo arremetió contra el grupo Springer y su diario bandera, el popular "Bild".

"En el libro describo cómo me persiguió el grupo Springer", subrayó.

"Tal vez el libro sirva para que usted se de cuenta de para qué periódico trabaja", le dijo en otro momento de la presentación a un periodista del "Bild", el rotativo más vendido del país.

Sobre sus errores, Wulff reconoció que, retrospectivamente, veía claro que había debido guardar más distancias frente a determinados empresarios y que, por ejemplo, no tenía que haber pasado unas vacaciones en la casa de un empresario amigo.

También admitió que había sido un error "hablarle al buzón de voz" del director del "Bild", Kai Dieckmann, el comienzo de todo el debate público que lo llevó a la dimisión.

Tras saber que el citado diario iba a publicar una información sobre un crédito que había obtenido de un empresario amigo para comprar una casa, el entonces presidente llamó a Dieckmann y, al no encontrarlo, dejó un mensaje en su buzón en el que advertía que una publicación de esa naturaleza significaba "guerra".

Posteriormente continuaron las denuncias periodísticas sobre la cercanía de Wulff a diversos empresarios durante su época de primer ministro de Baja Sajonia, que llevaron a la fiscalía de Hannover a abrir un sumario en su contra y posteriormente a pedir que se le retirase la inmunidad.

No obstante, Wulff sólo tuvo que responder ante los tribunales por haber aceptado que un empresario pagara parte de una cuenta de hotel suya en Múnich -el monto era de 700 euros- y resultó absuelto.

En opinión de Wulff, que se dedicará a partir de ahora a la abogacía, la fiscalía de Hannover tuvo que darse cuenta de que no tenía elementos para lograr una condena, pero decidió acusarle presionada después de haber pedido de forma precipitada que se le retirara la inmunidad, solicitud que forzó la dimisión del presidente.

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