Familiares de víctimas del 11S deploran que restos acabaran en un vertedero

  • Un grupo que representa a familiares de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 mostraron hoy su indignación y deploraron el último informe del Pentágono que confirma que los restos de algunos de sus seres queridos terminaron en un vertedero.

Nueva York, 28 feb.- Un grupo que representa a familiares de las víctimas de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 mostraron hoy su indignación y deploraron el último informe del Pentágono que confirma que los restos de algunos de sus seres queridos terminaron en un vertedero.

"Con gran pesar hemos leído los informes que indican que restos humanos de (las víctimas de) Shanksville y el Pentágono recibieron el mismo tratamiento indigno que los restos del World Trade Center", afirmó Diane Horning, de la organización "Familiares del World Trade Center por un Entierro Digno", en un comunicado de prensa.

Los familiares respondieron así a un informe del Pentágono que reveló hoy que los restos de algunas de las víctimas del 11S que no pudieron ser identificadas en su momento se enviaron a la morgue de la base de la Fuerza Aérea en Dover (Delaware), donde fueron incinerados y arrojados posteriormente a un vertedero.

"Cruzaron la línea divisoria entre la decencia y la conveniencia causando un gran dolor entre amigos y familiares", lamentó Horning, quien recordó que llevan diez años denunciando que tirar los restos de las víctimas en un vertedero no sólo es un acto "escandalosamente cruel" sino que también sentó un "terrible precedente".

Los familiares de las víctimas denunciaron que la confirmación del destino final que tuvieron los restos de algunos de sus seres queridos les provoca un profundo dolor "en lo inmediato" y también abre las puertas para que se produzcan "nuevos y similares actos atroces".

Por último, tras recordar que llevan "años" pidiendo justicia, Horning criticó que los tribunales permitieran "a gente como el alcalde (de Nueva York) Michael Bloomberg" pensar en sus seres queridos como "escombros" e hicieron un nuevo llamamiento para que se establezcan protocolos que impidan "que algo tan horrible vuelva a ocurrir".

El secretario de Defensa, Leon Panetta, ordenó en noviembre pasado investigar la gestión de la morgue militar de Dover, a la que llegan los cadáveres de los soldados muertos en Irak y Afganistán, después de que saliera a la luz el extravío y manipulación indebida de algunos restos.

Se trata de restos de algunas de las víctimas que perecieron el 11S en el ataque contra el Pentágono y en el avión que se estrelló en el campo de Shanksville (Pensilvania), que no pudieron ser identificados en su momento y que fueron enviados en un contenedor a Dover, donde fueron incinerados y desechados.

El Pentágono ya reconoció el año pasado tras una investigación interna que extravió partes de cadáveres en dos ocasiones en 2009 y manipuló indebidamente otros sin consultar a las familias, por lo que su director, Leon Panetta, ordenó crear un comité para analizar la gestión de la morgue y emitir recomendaciones.

La revisión, dirigida por el general retirado John Abizaid, no especificó el número de restos humanos que fueron eliminados de esta manera. Según el informe se trata de restos que no pudieron ser identificados, porque eran demasiado pequeños o estaban carbonizados y no se les pudo hacer análisis de ADN.

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