FIDH pide investigar la muerte de un condenado por lesa majestad en Tailandia

  • La Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) pidió hoy a las autoridades tailandesas la investigación de la muerte en prisión, al parecer por problemas de salud, de un condenado por un delito de lesa majestad.

Bangkok, 9 may.- La Federación Internacional para los Derechos Humanos (FIDH) pidió hoy a las autoridades tailandesas la investigación de la muerte en prisión, al parecer por problemas de salud, de un condenado por un delito de lesa majestad.

Ampon Tangnoppakul, de 61 años, falleció ayer por la mañana en una prisión de Bangkok donde cumplía, desde noviembre de 2011, una pena de 20 años de cárcel por enviar unos mensajes de móvil considerados ofensivos con la monarquía.

En un comunicado, FIDH denunció que las condiciones carcelarias de Ampon, con problemas de salud, no cumplían los requisitos mínimos internacionales y pidió una revisión de la ley de lesa majestad, que calificó de "injusta" y contraria a la libertad de expresión.

"La muerte de Mr. Tangnoppakhun es un toque a las autoridades tailandesas del trágico e inhumano impacto de la ley de lesa majestad, incluida la denegación sistemática de la libertad condicional", señaló Souhayr Belhassen, presidente de FIDH.

Tangnoppakul, conocido como "Tío SMS", fue arrestado en agosto acusado de enviar en mayo de 2010 cuatro mensajes de texto al teléfono del secretario privado del entonces primer ministro, Abhisit Vejjajiva, con contenidos que fueron considerados antimonárquicos.

La Oficina Central de Investigación dijo tras el arresto que los textos eran "inadecuados", "insultantes hacia la monarquía" y que éstos habían "ofendido" a los destinatarios.

El juez impuso cinco años de cárcel para cada uno de los mensajes enviados al considerar que violan la ley de lesa majestad, que prevé penas de entre 3 y cinco años de cárcel, y la de delitos informáticos, con castigos de hasta 20 años de prisión.

Ampon, un conductor de camión retirado, negó haber enviado los mensajes y alegó que no era el propietario de la tarjeta del teléfono móvil, argumento que desmintió la policía.

Desde que ingresó en prisión en enero de 2011 en el inicio del proceso, solicitó en varias ocasiones la libertad bajo fianza por motivos de salud, pero el tribunal consideró que la enfermedad, no revelada, no suponía un peligro para su vida.

"Es la mayor tragedia de la ley. Cuanto más se aplica, se vuelve menos clemente. No hubiera muerto si le hubieran concedido la libertad condicional y un tratamiento médico adecuado", afirmó Puangthong Pawakpan, profesor de la Universidad de Chulalongkorn de Bangkok y activista contrario a la ley de lesa majestad.

La cifra de procesos por "lesa majestad" ha llegado a cientos en los últimos años en Tailandia, cuando en la década de 1990 apenas se denunciaba un decena, según el Grupo de Concienciación del Artículo 112, organización que hace campaña contra el empleo de esta ley.

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