Fiscal español pide 41 años de prisión para serbio jefe de Tigres de Arkan

  • La Fiscalía española pidió hoy 41 años de cárcel por un delito de asesinato para el serbio Luka Bojovic, presunto cabecilla de la banda paramilitar Tigres de Arkan y reclamado por la Justicia de Serbia en relación con el asesinato del primer ministro del país Zoran Djindic, en 2003.

Madrid, 17 nov.- La Fiscalía española pidió hoy 41 años de cárcel por un delito de asesinato para el serbio Luka Bojovic, presunto cabecilla de la banda paramilitar Tigres de Arkan y reclamado por la Justicia de Serbia en relación con el asesinato del primer ministro del país Zoran Djindic, en 2003.

Bojovic fue juzgado en un tribunal de Alcalá de Henares, cerca de Madrid, junto con otros tres serbios de la misma banda, acusados de matar a martillazos, descuartizar y triturar en 2009, en Madrid, al también serbio Milan Jurisic, cuyos restos presuntamente arrojaron al río Manzanares a su paso por la capital española.

La Audiencia Nacional española dejó hoy visto para sentencia el juicio, en el que la defensa de los cuatro serbios ha solicitado su absolución alegando falta de pruebas.

Al final de la vista, los acusados reiteraron su inocencia y pidieron "una sentencia justa basada en la verdad". En concreto Bojovic, que se enfrenta a la mayor petición de pena como presunto autor material del crimen, pidió "que se acabe esta pesadilla" para él y para su familia fruto de "mentiras e idioteces", según dijo.

La Fiscalía española pide 41 años de cárcel para Bujovic, considerado inductor del asesinato del primer ministro serbio Zoran Djindic, artífice de la entrega del expresidente de la antigua Yugoslavia Slobodan Milosevic al Tribunal Penal Internacional.

Además, pide 21 años de prisión para Vladimir Milisavljevic, reclamado en Serbia como presunto autor material de la muerte del citado dirigente; 17 años para Sinisa Petric y 5 años de cárcel para Vladimir Mijanovic, quien es el único de todos ellos que no está prófugo en su país.

La Fiscalía sostiene que Bojovic tenía planeado matar a su compatriota Milan Jurisic por su carácter provocador para lo que encargó a Mijanovic que le facilitase un arma.

Los acusados presuntamente descuartizaron el cadáver de Jurisic y lo metieron envuelto en papel y en bolsas en un frigorífico y al día siguiente trituraron los trozos con una máquina eléctrica que se rompió por una bala que la víctima tenía incrustada en su cuerpo y tras seguir con otra tiraron los restos al inodoro.

Sretko Kalinic, que fue supuestamente el encargado de tirar los restos al río, salió de España a los pocos días y se encuentra cumpliendo varias condenas por otras causas en Serbia, entre ellas el asesinato de Djindjic.

Los procesados, que fueron detenidos en 2012 en Valencia (este de España), están acusados, según cada caso, de delitos de dirección y participación en organización criminal, asesinato, encubrimiento, depósito de armas y munición y falsedad documental, por los que la Fiscalía reclama además que Bojovic indemnice a la madre de Jurisic con 300.000 euros.

El abogado de Milisavljevic sostuvo que el autor del crimen fue Kalinic y que éste miente al incriminar a los acusados movido por su enemistad con Bojovic y que la banda no existía ya en esa época.

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