Madrid.- La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha mantenido hoy su petición de diez años de prisión para el etarra Asier Arzalluz Goñi por la colocación de una bomba en el edificio de la Bolsa de Bilbao, que fue desactivada por la Ertzaintza, el 4 de marzo de 2002.
El fiscal Luis Barroso acusa de un delito de estragos terroristas en grado de tentativa a Arzalluz, que durante el juicio celebrado hoy se ha negado a declarar al no reconocer la legitimidad del tribunal.
Según el representante del Ministerio Público, la participación del acusado en el atentado ha quedado acreditada en los distintos informes policiales ratificados hoy por los agentes y que sitúan al terrorista en esa fecha en el "comando Olaia", que operó en Vizcaya entre noviembre de 2001 y que fue desarticulado en septiembre de 2002.
Los componentes del citado grupo -formado por Idoia Mendizabal Múgica y Garikoitz Aspiazu, "Txeroki"- fueron revelados por el ex coordinador del "comando Vizcaya" Gorka Martínez Arkarazo tras ser detenido en septiembre de 2003.
Sin embargo, éste último ha asegurado en la vista que muchas de sus afirmaciones ante la Policía fueron "forzadas" o "inventadas", ya que las realizó bajo torturas.
El fiscal también ha argumentado que Martínez Arkarazo tenía alquilado un piso en Amorebieta (Vizcaya) en el que se encontraron, según han ratificado hoy varios peritos de la Ertzaintza, huellas de Arzalluz, Mendizábal y "Txeroki", así como una lonja en Galdakao que el propio terrorista ha reconocido que era utilizada por miembros de la banda terrorista.
Además, se ha referido a un documento intervenido a Juan Ibon Fernández Iradi, "Súsper", en el que se relataba, entre otras, la acción prevista en la Bolsa de Bilbao el 4 de marzo de 2002.
Ese día, según el fiscal, el comando colocó en el servicio de caballeros del edificio un artefacto compuesto por dos bolsas artesanales con 19,7 kilos de cloratita y 35 gramos de tytadine, que no explosionó por no haber funcionado correctamente "por causas aún no determinadas".
La colocación de la bomba fue avisada en dos llamadas telefónicas a las 10:30 horas al diario Gara y a la Central DYA de Bilbao, en las que se advirtió que explotaría veinte minutos después.
Finalmente, el atentado fue reivindicado por ETA el 4 de abril de 2002 en el diario Gara, aunque el comunicado tenía fecha del 27 de marzo.
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