Madrid, 24 may.- Los gobiernos de Francia y España han escenificado hoy de nuevo su compromiso en la lucha contra ETA, en la que mantienen la misma "agenda", y han dejado claro que van de la mano en el combate contra el narcotráfico, una colaboración esta última que ya está dando sus frutos.
Han sido los titulares de Interior de ambos países, Manuel Valls y Jorge Fernández Díaz, los encargados de testimoniar, tras clausurar una reunión de las cúpulas policiales de ambos países, que las agendas de sus respectivos gobiernos son las mismas para acabar con ETA y que no cejarán hasta que la banda desaparezca.
"Vamos a continuar juntos hasta que ETA se disuelva", ha enfatizado Valls, antes de subrayar que los servicios policiales de su país han recibido "consignas clarísimas" de que la banda seguirá siendo un "objetivo" hasta que deje de existir definitivamente.
Y aunque no ha querido desvelar, por "prudencia", si hay informes que apuntan la posibilidad de que ETA vuelva a las armas o de que la organización esté trasladando su arsenal a zulos en Francia para entregarlo, Valls ha insistido en que "con individuos en la clandestinidad que poseen armas, la acción de la justicia y la policía seguirá adelante".
Tampoco ha sido muy explícito al ser preguntado por un posible acercamiento de los presos etarras que cumplen condena en Francia a centros más próximos al País Vasco, aunque ha dejado claro que en la agenda de su Gobierno "no habrá ninguna diferencia" con la política española en esta materia.
Palabras que Fernández Díaz ha hecho suyas y, aunque ha reconocido que no es la primera vez que Valls las pronuncie, se las ha agradecido en un momento en que la colaboración sigue siendo "estrecha" y dando frutos.
Como prueba de ello, ha citado las seis últimas detenciones de etarras en Francia integrantes del aparato logístico y las 57 arrestos vinculados a la banda desde el inicio de la legislatura, la mayoría consecuencia de la cooperación con el país vecino.
No solo en materia antiterrorista cooperan eficazmente ambos países. La lucha contra el narcotráfico es también un objetivo compartido que ya suscribieron los dos socios comunitarios el pasado 10 de octubre en la cumbre bilateral celebrada en París.
Desde entonces, según ha anunciado Fernández Díaz, las fuerzas de seguridad de ambos países han realizado 32 operaciones conjuntas y se han intervenido de 54.000 kilos de hachís y 55 kilos de cocaína.
La lucha contra la droga es precisamente uno de los ejes de la Declaración de Rabat, suscrita recientemente entre España, Francia, Portugal y Marruecos para combatir este fenómeno, el terrorismo y la inmigración irregular.
Tal y como ha explicado el ministro español, la reunión de Rabat sirvió para crear cuatro grupos de trabajo sobre estas formas de delincuencia, dos de ellos en relación con el narcotráfico que dirigen España y Francia, mientras que Portugal coordina el de inmigración irregular y Marruecos el de terrorismo internacional.
Será el 12 de junio próximo cuando se reúna en Madrid el grupo que dirige España y que congregará a los responsables de seguridad de los cuatro países para analizar los resultados de esa cooperación y los retos futuros a cumplir "sin tregua y con la misma voluntad, solidaridad, lealtad y amistad", en palabras de Valls.
Fuera de la agenda, ambos ministros han aprovechado la ocasión para condenar los atentados suicidas yihadistas de Níger, ocurridos ayer contra intereses franceses, en rechazo a la intervención de este país en Malí, y en los que han muerto una veintena de soldados nigerinos, según los ministros.
Manuel Valls ha recordado que España y Francia también cooperan contra el terrorismo islámico radical, ha condenado la acción terrorista en Londres, en la que falleció un militar, y ha reconocido que Europa tiene un "enemigo" exterior como demuestran los atentados de Níger y otro interior, que es el proceso de radicalización de algunos musulmanes.
La amistad de los dos ministros ha quedado patente hasta el punto de que Valls, de origen catalán y que ha tenido la deferencia, salvo en dos preguntas, de intervenir en español, se ha dirigido al mandatario español con un cordial "Jorge". EFE
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