Francisco cumple con víctimas de pedofilia en EEUU pero no acalla críticas

  • El papa Francisco cumplió el domingo en Filadelfia en el cierre de su gira por Estados Unidos con la demanda de reunirse con víctimas de sacerdotes pedófilos, aunque sin acallar las críticas por el encubrimiento de la Iglesia.

El sumo pontífice argentino recibió durante una media hora en el seminario San Carlos Borromeo a tres mujeres y dos hombres "víctimas de abusos sexuales perpetrados por miembros del clero, educadores y miembros de sus familias", indicó el Vaticano.

"Dios llora. Los crímenes contra menores no pueden ser mantenidos en secreto por más tiempo. (...) Prometo que todos los responsables rendirán cuenta", dijo Francisco a los obispos estadounidenses al anunciar esa reunión.

Las cinco personas estaban acompañadas por miembros de sus familias, por el cardinal de Boston (noreste) Sean O'Malley, que preside la comisión vaticana de protección de los memores, y por el arzobispo de Filadelfia, Charles Chaput.

Tres de ellas fueron víctimas de abuso por parte de sacerdotes o educadores católicos y dos de ellas de miembros de sus familias, precisó en una conferencia de prensa el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi.

Al menos una de las víctimas no era católica, agregó.

Desde el ala más dura de los afectados, la red de sobrevivientes de aquellos abusados por sacerdotes (Snap, según sus siglas en inglés), la reunión fue "una simple operación de relaciones públicas", según un comunicado.

Para Snap, el papa podría "reunirse con miles de víctimas pero eso no protegerá a un solo niño".

Francisco debe "hacer cesar los abusos y su cobertura, ahora y en el futuro", exigió.

Francisco, de 78 años, había hablado de lo ocurrido en dos ocasiones durante este viaje, pero siempre de manera discreta. Su antecesor Benedicto XVI se había reunido con víctimas en Boston en 2008.

"Los supervivientes de abuso se han convertido en verdaderos heraldos de misericordia. Humildemente les debemos a ellos y a sus familias nuestra gratitud por su inmenso valor, para hacer brillar la luz de Cristo sobre el mal abuso sexual de menores", señaló el papa el domingo.

Filadelfia, ciudad de la costa este, a medio camino entre Washington y Nueva York, fue una de las más devastadas en Estados Unidos por este escándalo en los años 1980.

Según el Vaticano, "el papa escuchó los testimonios de los visitantes y les dirigió algunas palabras, antes de hablar con cada uno de ellos de manera individual".

Para el experto Thomas Plante, psicólogo de la Universidad de Santa Clara (California, oeste) y que ha trabajado con víctimas de pedofilia y ha escrito un libro sobre el tema, Francisco "ha comenzado a trabajar" para "asegurar que la Iglesia se está ocupando de la seguridad de los niños".

"Pero el último paso es garantizar que los supervisores (sacerdotes) respondan por sus actos" ante la justicia, agregó.

De todos modos, con encuentros como el de este domingo, el papa argentino da "un paso en la dirección correcta", concluyó Plante.

mar/ep

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