Frente contra Susana Díaz: o dimiten Chaves y Griñán o no hay investidura

Aún con el regusto de la victoria electoral, a Susana Díaz se le complica el inicio de legislatura. La investidura, un proceso que acostumbra a ser mero trámite, ha sido el momento para que los partidos escenifiquen el 'berrinche' tras los comicios y el desacuerdo con los socialistas.

Tanto Podemos como Ciudadanos han exigido una condición para que Díaz pueda ser investida: la dimisión de los expresidentes Chaves y Griñán, diputado y senador respectivamente, e imputados en los ERE. Requisito que es casi como sentenciar a la presidenta en funciones a una segunda vuelta.

El partido de Iglesias, liderado en Andalucía por Teresa Rodríguez, era, a priori, el que mostraba una disposición más favorable para permitir a Díaz ser investida sin complicaciones. Los 15 escaños logrados el pasado domingo serían suficientes para darle la mayoría necesaria, pero Rodríguez ha acudido hoy a San Telmo con unas 'líneas rojas' bien marcadas.

La dimisión de los exdirigentes socialistas forma parte de un paquete de medidas más amplio que para Podemos es innegociable. Si éste se cumple "de manera constatable" y "con fechas", ha indicado la candidata de la formación morada,el partido apoyaría a Díaz. "La pelota está en el tejado del PSOE", ha insistido. Entre esas propuestas está, por ejemplo, hacer a los partidos responsables subsidiarios para asegurar que se devuelve el dinero de las arcas públicas que se haya mal utilizado y que haya servido para financiar al partido en cuestión. También se obliga a pedir que la Junta no convenie con entidades financieras que ejecuten desahucios, y la readmisión de personal en educación, sanidad, igualdad y bienestar social a través de la disminución de altos cargos y asesores políticos.

Rodríguez ha reclamado también que se haga público el listado de los asesores políticos a cargo de la Junta y sus sueldos, con el objetivo de reducir drásticamente su número y el de los altos cargos de la Junta hasta recuperar las plantillas menguadas en educación, sanidad, igualdad y bienestar social.

"Tocará que ellos den respuesta", ha advertido Rodríguez. El partido ha anunciado que en las próximas horas remitirían a Díaz un documento más completo de sus exigencias y que la semana que viene volverán a mantener un encuentro.

Para el candidato de Ciudadanos, Juan Marín, la marcha de Chaves y Griñán es condición inexorable. El candidato, teniente alcalde en el Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda, donde gobierna precisamente en coalición con los socialistas, ha señalado que Ciudadanos no va a facilitar la investidura de Díaz porque el programa del PSOE-A "no es el nuestro" y porque su formación tiene unas líneas "rojas" a las que no van a renunciar, en relación a los casos de corrupción en la comunidad.

Marín ha trasladado además a Díaz lo que su líder, Albert Rivera, ha insistido en los últimos días, que el partido no formará parte del Gobierno andaluz.

La condición planteada por los 'populares' va encaminada a proteger sus propios intereses electorales de cara a los próximos comicios. Facilitarán la investidura de Díaz siempre y cuando el PSOE-A se comprometa a firmar un acuerdo para que, en las municipales, se respete la lista más votada. Esto sería, según ha apuntado su candidato, Juanma Moreno, algo "sensato, coherente y equilibrado.

Moreno ha rechazado que el PP tenga intención de contactar con las otras fuerzas políticas para evitar que la opción política con mayor número de votos sea gobierno. "No vamos a mover ni un dedo ni contactar con ninguna otra fuerza política para intentar evitar la investidura de Díaz", ha subrayado.

"No me parece coherente ni sensato que alguien me pida que apoye gratuitamente la investidura de Díaz, cuando siete semanas después vamos a ver cómo se desaloja a la fuerza más votada, que puede ser el PP, de alcaldías o presidencias de diputación", ha señalado Moreno.IU, en contra "por problema de credibilidad"

El candidato de IU y antiguo socio de Gobierno de Susana Díaz, Antonio Maíllo, ha sido el único que, por el momento, se ha posicinado de forma rotunda. La formación vorará en contra de la investidura, ha dicho Maíllo, al existir un "problema de credibilidad", después de que en la anterior legislatura importantes compromisos se hayan quedado sobre la mesa.

Maíllo ha dicho que "no son tiempos de voluntarismo ni de escenificación de voluntades de la nada, sino de escenificación de hechos concretos". "Queremos ver si lo que dice que va a defender y proponer, lo va a ejecutar", ha señalado.

Ha querido dejar claro que Izquierda Unida "no es responsable" de la situación que existe en este momento y sigue pensando que no había razones para el adelanto electoral que ha llevado al escenario actual.La Junta pide "responsabilidad"

Con este escenario, el vicepresidente de la Junta en funciones, Manuel Jiménez Barrios, ha apelado a la "responsabilidad" de las formaciones, apuntando que los ciudadanos no entenderían que se tuvieran que celebrar otras elecciones autonómicas en septiembre.

Jiménez Barrios ha informado de los cuatro bloques para el acuerdo que Susana Díaz ha planteado en sus reuniones con dichos partidos, relativos a creación de empleo y crecimiento económico; a transparencia y regeneración democrática para los partidos y la administración, conscientes de que la "transparencia es el mejor antídoto contra la corrupción"; a blindaje del estado del bienestar, y a una financiación autonómica ajustada a los intereses de Andalucía.

Ha recalcado que la presidenta en funciones ha puesto sobre la mesa un diálogo "franco, abierto, muy participativo", dejando claro que no se puede perder ni un minuto para solucionar los problemas de los ciudadanos. Jiménez Barrios ha confiado en que los partidos, rápidamente, se pongan a la tarea de analizar en profundidad estos asuntos y hacer aportaciones.

Igualmente, ha manifestado que es "optimista" ante estas negociaciones que se inician y ha apuntado que, sin duda, el resultado de las mismas "lo que tiene posibilitar es la investidura".