GM Brasil y sindicato llegan a un acuerdo para evitar más de 1.800 despidos

  • La filial brasileña de General Motors (GM) y el sindicato llegaron a un acuerdo para evitar el despido de 1.840 trabajadores de una fábrica que la multinacional automotriz estadounidense pretende cerrar, según informaron hoy fuentes sindicales.

Sao Paulo, 5 ago.- La filial brasileña de General Motors (GM) y el sindicato llegaron a un acuerdo para evitar el despido de 1.840 trabajadores de una fábrica que la multinacional automotriz estadounidense pretende cerrar, según informaron hoy fuentes sindicales.

El Sindicato de los Metalúrgicos de Sao José dos Campos, ciudad a unos 100 kilómetros de Sao Paulo, y representantes de la compañía consiguieron la pasada noche, tras más de nueve horas de negociación, consensuar una propuesta que deberá ser ratificada el martes por la asamblea de los trabajadores.

El acuerdo contempla que la empresa mantendrá la producción en la fábrica amenazada de cierre del modelo Classic, que con un promedio 20 vehículos por hora, garantiza 900 puestos de trabajo, detalló un comunicado del sindicato.

Los otros 940 trabajadores entrarán en un período de vacaciones colectivas de quince días y luego tendrán una reducción temporal del período de trabajo, hasta el 30 de noviembre, pero sus salarios se mantendrán y recibirán cursos de capacitación.

De manera paralela se resolvió que será abierto un programa de dimisión voluntaria para todas las ocho fábricas del complejo industrial de GM en Sao José dos Campos.

De acuerdo con el comunicado, en los próximos 60 días el sindicato y la empresa discutirán sobre el futuro de los 940 trabajadores después del período de reducción de su jornada.

El presidente del sindicato, Antonio Ferreira de Barros, señaló que su gremio "trabajará" para mantener todos los puestos de trabajo porque, en su opinión, "no hay justificación para la dimisión".

Antes del acuerdo, los trabajadores paralizaron sus actividades dos días en las dos últimas semanas y llegaron a bloquear la Vía Dutra, la principal autopista entre Sao Paulo y Río de Janeiro, aledaña al complejo industrial.

La empresa estuvo de acuerdo en no descontar de los salarios los dos días de huelga.

El sindicato encaminó la semana pasada un manifiesto a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, en la que critica las recientes declaraciones del ministro de Hacienda, Guido Mántega, quien aseguró el martes que la compañía contrató más trabajadores de los que despidió desde que recibe incentivos fiscales del Gobierno.

"Fueron unas declaraciones desastrosas, porque fueron entendidas por la General Motors como una autorización para despedir y después de eso la empresa comenzó a desactivar la producción", citó la carta remitida a Rousseff, en la que se pide la intervención de la mandataria.

Mostrar comentarios