Gobierno de Sur Sudán y rebeldes retrasan su primer cara a cara en Etiopía

  • Representantes del Gobierno de Sudán del Sur y de los rebeldes liderados por el exvicepresidente Riak Mashar no han comenzado todavía su primera reunión cara a cara en Adis Abeba, informaron hoy a Efe fuentes próximas a la negociación.

Adis Abeba, 4 ene.- Representantes del Gobierno de Sudán del Sur y de los rebeldes liderados por el exvicepresidente Riak Mashar no han comenzado todavía su primera reunión cara a cara en Adis Abeba, informaron hoy a Efe fuentes próximas a la negociación.

Delegaciones de ambas partes del conflicto acordaron ayer en sus respectivos encuentros con la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) comenzar hoy su primera reunión bilateral.

Sin embargo, ese encuentro todavía no se ha producido, mientras prosiguen en la capital etíope reuniones por separado con representantes de la IGAD -la autoridad interestatal mediadora en el conflicto- para establecer la agenda de la esperada reunión cara a cara, apuntaron las mismas fuentes.

Por el momento, no se ha realizado ningún anuncio oficial.

Las dos partes acordaron el martes pasado comenzar las negociaciones en Adis Abeba, cuando el ultimátum que les había dado la IGAD estaba a punto de vencer.

Los delegados de ambos bandos llegaron a la capital de Etiopía el jueves por la noche, y en la mañana de ayer comenzaron a reunirse con representantes del IGAD.

La violencia en Sudán del Sur estalló el pasado 15 de diciembre a raíz de un intento de golpe de Estado perpetrado por Mashar, según el presidente Salva Kir.

Desde ese día, miles de personas han fallecido y más de 80.000 se han visto obligadas a desplazarse para huir de los enfrentamientos.

Los líderes de la IGAD hicieron un llamamiento al cese inmediato de las hostilidades, después de que Kir aceptara de forma incondicional comenzar el diálogo.

Mashar se había negado a negociar si el presidente no liberaba a once de sus aliados en la intentona golpista, y la negativa de Kir, que solo se mostró dispuesto a poner en libertad a ocho, estuvo a punto de hundir el plan negociador de la IGAD.

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