"Gracias presidente"

  • Olivia Marqués.

Olivia Marqués.

Madrid, 25 mar.- "Gracias presidente", ha sido la frase repetida una y mil veces por la multitud de madrileños que con un profundo respeto y una solemnidad impresionante ha seguido el cortejo fúnebre de Adolfo Suárez tras abandonar la capilla ardiente en el Congreso para ser enterrado en la catedral de Ávila.

Un día triste, gris y muy frío para despedir al presidente más querido de la democracia, cuyo "ejemplo" han recordado y "exigido" los ciudadanos que hoy han querido dar el último adiós a Suárez en las calles de la capital.

Si sobrecogedor ha sido el silencio que se ha apoderado de las plazas de Cibeles y Neptuno al paso del cortejo fúnebre, inesperada ha sido la reacción que han tenido muchas personas que estaban en la calle al insultar a los miembros del Gobierno, que acompañaban el féretro.

"Sinvergüenzas, tomad nota", "Fuera chorizos" y "Sonreid corruptos", han sido algunos de los improperios con los que los ciudadanos han descargado su indignación.

Pero más que nada hoy ha sido un día en el que se ha puesto en valor el legado del primer presidente de la democracia. "Habrá muchos presidentes, pero como Suárez ninguno" o "Ayúdanos desde donde estés", son algunas de las palabras que se han escuchado desde el Paseo de Recoletos, entremezcladas con vivas y aplausos, al paso del armón de artillería tirado por cuatro caballos.

Un recorrido, que ha comenzado a las once de la mañana y que han retransmitido decenas de periodistas pero también los propios ciudadanos, como un señor de mediana edad que con su teléfono móvil, emocionado y eufórico, iba narrando a su madre como iba viendo y viviendo un acontecimiento que ha quedado ya para la historia.

"Mamá, se lo comen las palmas. Es muy bonito, hay miles de personas", decía el hombre muy conmovido, mientras intentaba seguir como podía el paso del cortejo ya que las aceras estaban llenas de gente.

Y las lágrimas no sólo resbalaban por los rostros de muchas personas que han acudido hoy a despedir a Suárez, sino que tampoco las han podido evitar algunos periodistas en un momento en el que se cerraba una página de la historia de España.

Página que ha quedado inmortalizada para siempre en la retina de todos los que estaban allí y también en los cientos de móviles que se han disparado una y otra vez para captar las instantáneas de un acontecimiento inolvidable.

Una gran bandera española, en la que se leía "Gracias presidente" en la Plaza de Cibeles, donde ha acabado la ceremonia fúnebre, ha puesto el punto final a dos días muy intensos, en los que las muestras de cariño y gratitud parecían inagotables.

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