Greco-argentino Isijos defiende salir de la "cárcel" del euro

Isijos, nacido en Quilmes, en la periferia de Buenas Aires, y residente en Argentina hasta los 19 años, fue el pasado agosto uno de los fundadores de Unidad Popular.

Esta escisión de Syriza se opone al tercer plan de rescate y a los nuevos ajustes aceptados el 13 de julio en Bruselas por el entonces primer ministro Alexis Tsipras, candidato a un nuevo mandato tras las legislativas anticipadas de este domingo.

Los 25 diputados (de un total de 149) que decidieron escindirse de Syriza reprochan a Tsipras un giro inaceptable después de la clara victoria del "no" en el referendo del 5 de julio a las condiciones de los acreedores (UE y FMI).

Según afirmó Isijos a la AFP en una entrevista telefónica, "la lección de la tragedia griega" es que "lo que dice un partido a nivel preelectoral lo tiene que cumplir al punto" al día siguiente de su victoria.

La nueva formación milita por el fin de la austeridad y las privatizaciones, la eliminación de una parte de la deuda calificada de "ilegal, odiosa e inviable", y la salida de la Eurozona como "primer paso para la reconstrucción productiva, la lucha contra el desempleo, y la redistribución de la renta", según reza su programa.

Reivindicaciones que, con la salvedad de la salida del euro, figuraban en el programa con el que Syriza ganó las legislativas del 25 de enero.

Isijos, que emigró primero a Canadá con su familia huyendo de la última dictadura argentina (1976-1983), y luego a Grecia en los años 80, asevera que actualmente "no tenemos una moneda única", y pone como ejemplo la disparidad de los tipos de interés entre Grecia y Alemania.

"El euro es como una cárcel. Los pueblos de Europa han comprendido que es muy fácil entrar, pero muy difícil salir".

Por eso, más que una unión económica, la moneda única es "un sistema de valores económicos, sociales y financieros" neoliberales que van "en contra de los pueblos de Europa".

Fuera de esa "cárcel" del euro, prosigue, "Grecia tiene grandes potenciales económicos, en particular en el sector agrícola".

"El 65% de nuestra tierra no está cultivado. Hay un 60% de desempleo juvenil, 225.000 jóvenes se fueron en los últimos cinco años", algunos muy formados, en sectores como las energías alternativas, explica.

A ello se añaden los hidrocarburos que Grecia espera explotar en los próximos años al sur de Creta y en el este del mar Jónico, y la industria del turismo.

"Teniendo en cuenta todo esto, tenemos grandes posibilidades de crecimiento", para salir de una situación que ha convertido a Grecia en una "neocolonia y república bananera", bajo hegemonía alemana.

El político greco-argentino, que fue viceministro de Defensa de Tsipras, se encuentra ahora de portavoz de una formación a la que los sondeos dan alrededor de un 3% de votos, el umbral mínimo para entrar en el Parlamento griego.

Una cifra a la que el interesado, tercero en la lista de la circunscripción B de Atenas, quita hierro, aseverando que "el 43% de los electores no responde a las encuestas", a su juicio poco creíbles y manipuladas a favor del establishment político.

Por eso, añade confiado, "no tendremos problemas y estaremos en el Parlamento".

Las elecciones del domingo se vieron precipitadas por la dimisión de Tsipras el 20 de agosto, con el objetivo de recobrar impulso después del acuerdo con los acreedores y deshacerse del ala disidente de Syriza, favorable a un regreso al dracma.

En opinión de Isijos, los comicios cuentan con "la bendición de los acreedores", como parte de la estrategia destinada a "exterminar al ala izquierda de Syriza, tan molesta para la oligarquía alemana". Pero, asegura, ellos serán "fieles al programa de Syriza" prometido antes del tercer rescate.

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