Chilpancingo (México), 21 jun.- Un grupo ciudadano de autodefensa del estado mexicano de Guerrero desbloqueó hoy la carretera que une el puerto de Acapulco y Zihuatanejo tras alcanzar un acuerdo con las autoridades estatales, dijo uno de sus dirigentes.
Unos 600 hombres armados del municipio de Tecpan de Galeana, situado a 40 kilómetros de Zihuatanejo, levantaron el bloqueo luego de que el gobierno de Guerrero se comprometió a combatir al crimen organizado y crear una policía civil que se encargará de la vigilancia de la región.
Leopoldo Soberanis, uno de los líderes del denominado Grupo de Autoprotección Ciudadana, indicó que los acuerdos fueron alcanzados con los secretarios de Gobierno, Florentino Cruz, y de Seguridad Pública, Sergio Lara.
En las conversaciones, las partes también acordaron realizar operativos conjuntos, sobre todo en las poblaciones de El Porvernir y Santa Rosa, donde hay mayor presencia del grupo criminal de Los Caballeros Templarios, así como la entrega de apoyos a obras y proyectos productivos de la región.
El grupo ciudadano de autodefensa había instalado retenes sobre la carretera Acapulco-Zihuatanejo en seis poblaciones de Tecpan de Galeana, "para exigir al presidente (Enrique Peña Nieto) que limpie esta zona de la delincuencia organizada", dijo a Efe Soberanis.
El dirigente señaló que hasta ahora el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, había hecho "caso omiso de las denuncias de la población" sobre la presencia del grupo de Los Caballeros Templarios" en varios municipios de estado, afectando el turismo y la producción de los pueblos.
Explicó que Los "Caballeros Templarios les quitan su producción de mango y coco, se roban los camiones con ganado y cobran cuotas a los comerciantes, ganaderos y empresarios" de la zona.
Además, dijo, son los presuntos responsables de la muerte desde principios de este año de 45 personas y de la desaparición de otras 19.
Las playas de esta zona, en las que antes solían acampar numerosos turistas, lucen solitarias desde que comenzó a aumentar la presencia de los Caballeros Templarios en esta región colindante con el estado de Michoacán, de donde son originarios.
Este grupo de narcotraficantes, que surgió en marzo de 2011 como una escisión del cartel La Familia Michoacana, ha sido identificado como responsable de secuestros, homicidios y extorsiones a comerciantes y transportistas.
Los miembros de esta organización con tintes seudorreligiosos utilizan túnicas con una cruz roja y panfletos con normas inspiradas en las Cruzadas.
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