El Cairo, 22 ene.- El grupo yihadista Wilayat Siná (Provincia del Sinaí), con base en la península egipcia homónima, amenazó con perpetrar más ataques contra el Ejército egipcio y recalcó su lealtad a la organización radical Estado Islámico (EI).
En un vídeo publicado en las últimas horas en la cuenta de Twitter del grupo, que antes se llamaba Ansar Beit al Maqdis, un yihadista aseguró que su organización se compromete a "vengar la sangre de sus miembros muertos a manos del ejército".
El autoproclamado portavoz, rodeado por otros compañeros encapuchados y armados con kalashnikov, tachó al Ejército de "perro de los judíos" y advirtió de que luchará hasta acabar con "el último soldado".
El grupo acusa a las Fuerzas Armadas de coordinarse con Israel en su lucha contra los yihadistas del Sinaí y de impedir que los grupos radicales perpetren ataques, desde Egipto, contra el territorio israelí.
"Si vosotros tenéis los aviones, los tanques y la fuerza material, nosotros tenemos la fuerza de la fe", agregó en árabe clásico, pero con el acento de la población local del Sinaí.
Asimismo, amenazó con perpetrar más atentados, entre ellos con coche bomba, hasta que "reine sobre la tierra la ley de Alá".
La ideología yihadista, que se apoya en una interpretación radical del islam, se basa en la lucha contra los regímenes políticos locales que no apliquen la sharía (ley islámica) y contra los países occidentales aliados a esos gobiernos.
El vídeo, de una duración de unos seis minutos, fue grabado en una choza de paja, donde aparece en el fondo la bandera negra del EI, al que Wilayat Siná juró lealtad a fines del año pasado.
Al respecto, el propio yihadista recalcó la lealtad del grupo al califa Abu Bakr al Bagdadi, líder del EI, y la obediencia a sus órdenes.
La publicación fue acompañada con himnos y poesía religiosa bélica, común en las grabaciones de los yihadistas.
El Ejército egipcio ha lanzado una amplia operación militar en el norte del Sinaí contra Wilayat Siná, que ha reivindicado numerosos atentados.
La península del Sinaí es desde hace años un foco de inestabilidad, pero los ataques contra las fuerzas del orden se han intensificado desde el derrocamiento militar del presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013.
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