Hay salidas en el callejón de la crisis... pero tardarán y serán dolorosas

  • Habrá que hacer recortes, habrá que tomar medidas para ganar credibilidad y habrá que aceptar que todos tendremos que asumir pérdidas. La salida de la crisis no va a ser ni fácil ni temprana. Medio mundo, ya sean organismos internacionales oficiales, entidades privadas o economistas está temiéndose lo peor... pero buscando una salida.
La zona euro se plantea que los bancos paguen más por Grecia
La zona euro se plantea que los bancos paguen más por Grecia
Álex Medina R.

El túnel de la crisis es largo, estecho y frío. Pero los túneles siempre tienen un final y en ese final suele haber una luz. O eso nos dicen, porque de momento, no hay brillos que valgan en las economías del mundo desarrollado.

¿Una nueva recesión? "No podemos decir que sea imposible y tenemos que admitir que es posible. La cuestión está en su grado de probabilidad", sentencia Juan José Toribio, presidente del CIIF (Centro Internacional de Investigación Financiera) y de la Fundación Internacional IESE.

En una renión con antiguos alumnos celebrada en el IESE Business School, tanto Toribio como Antonio Argandoña repasaron las claves de una eventual salida de la crisis y sus claves: cuándo, cómo y quién nos ayudará.

"Desde luego, de ésta tendremos que salir sin las ayudas de los bancos", apostilló, precisamente Argandoña, profesor de Economía de la misma institución, dependiente de la Universidad de Navarra. En todo caso, si hay alguien que nos va a sacar del atolladero "serán las empresas".

Y se explica: "Hay que generar un entorno favorable para que las empresas puedan tirar del resto de nosotros".¿Un entorno favorable? "No hablo de unos segundos Pactos de la Moncloa, pero sí que se pongan de acuerdo todos los interesados, desde el Gobierno hasta los mismos empresarios y, por supuesto, los sindicatos".

Según el economista, esta receta no es nueva, ya que se adoptó para sacar la cabeza tras las crisis de mediados de los ochenta y de 1992, "en ambos casos con gobiernos socialistas". Entonces, el Ejecutivo puso de su parte y las empresas pudieron recuperar la actividad de forma que arrastraron consigo al resto de la sociedad.

"Lo malo es que esta medida es contracultural y hay que explicarla muy bien", admite el profesor de Economía, que también sabe que "es muy difícil decirle a la gente que hay que salvar primero a los bancos y luego ayudar a las empresas". Pero no hay otra, "porque de esta crisis no vamos a salir en mucho tiempo y hay que empezar a tomar medidas ya, ser muy didácticos con lo que se va a hacer y reconocer que todos tenemos que poner de nuestra parte".

Eso sí, una mayor exigencia al ciudadano viene en un momento "muy delicado" para la sociedad española, "en la que la sensación de desigualdad va creciendo". ¿Un ejemplo? El movimiento de los indignados, las protestas de sectores concretos...


¿Por qué se está frenando el mundo desarrollado?

La jornada del IESE se produce al final de un día cargado de nuevos augurios de la peor especie. Es el caso de Standard & Poors, que rebajó drásticamente las previsiones de crecimientonto en la zona euro para 2012 hasta el 1,1% desde el 1,5% anterior.

Las rebajas se extendieron para Alemania, Francia, Italia... y no así para España. La economía nacional recibió su castigo de otro analista, del banco Goldman Sachs, que nos prevé una inminente recaída en la recesión.

Juan José Toribio, que se encargaba de análisis de la economía mundial en la sesión de ayer, habló de las posibilidades de recesión y dejó claro que es sólo una probabilidad más en un abanico muy amplio. Desde su condición de ex colaborador en el Fondo Monetario Internacional, avaló los números de la institución que dirige Christine Lagarde.

Para empezar, aseguró que el frenazo en las economías desarrolladas ha venido como consecuencia de un fallo en el reequilibrio. Lo malo es que, tras dos años de crisis, ya no hay capacidad presupuestaria para responder a un nuevo proceso de crecimiento bajo.

"La bomba se cebó en su día y se ha demostrado que las teorías keynesianas han fallado", porque los estímulos que se impulsaron en su día no han conseguido resucitar la demanda del sector privado. Es decir, que tras tanto gasto público debería haberse notado en el consumo privado.

Y eso es lo que ha fallado. Como igualmente no ha respondido la inversión ajena de los países emergentes, que se ha desviado a otras economías de África y América Latina en lugar de venir al rescate de occidente.

Todo ello, acompañado de los problemas en el sector financiero, para el que la crisis de deuda ha supuesto un bocado de 200.000 millones de euros, ha terminado en una situación de complicada salida. 

Tan complicada como que el primer consejo para retomar el buen camino pasa por volver a tomar medidas presupuestarias que no afecten al déficit. Es decir,"no podemos ir tan rápido en el gasto que caigamos en otra recesión pero tampoco podemos ir tan lentos porque seguiremos generando incertidumbre", señaló Toribio.

La segunda de las condiciones para volver a ganar velocidad pasa por una consolidación del sistema financiero mundial de una vez por todas. La tercera, mientras tanto, apunta al restablecimiento de los equilibrios cambiarios y "acabar con el cambio manipulable y las monedas intervenidas", tal y como se está fomentando desde las economías emergentes.

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