Higgins e Isabel II sellan el comienzo de una nueva era de amistad

  • El presidente de la República de Irlanda, Michael D. Higgins, concluyó hoy su histórica visita de Estado al Reino Unido, donde durante cuatro días ha escenificado con la reina Isabel II de Inglaterra el comienzo de una nueva era de amistad entre ambos países.

Javier Aja

Dublín, 11 abr.- El presidente de la República de Irlanda, Michael D. Higgins, concluyó hoy su histórica visita de Estado al Reino Unido, donde durante cuatro días ha escenificado con la reina Isabel II de Inglaterra el comienzo de una nueva era de amistad entre ambos países.

Desde la independencia del Reino Unido en 1922, ningún jefe de Estado irlandés había sido invitado por la soberana para efectuar una visita de este tipo, si bien en los 62 años que lleva en el trono ha recibido con los más altos honores diplomáticos a 107 dignatarios.

A pesar de esa larga espera, el encuentro entre ambos en suelo británico ha servido para iniciar una nueva etapa y, al mismo tiempo, cerrar las heridas del pasado y enterrar definitivamente la antigua enemistad.

Prueba de la solidez de esa nueva relación es el hecho de que el primer ministro irlandés, el conservador Enda Kenny, haya confirmado estos días que algún miembro de la Casa Real británica, quizá la propia reina, de 87 años, podría visitar Dublín en 2016 con motivo del centenario del Levantamiento de Pascua.

Hasta hace muy poco, era impensable imaginar la presencia de un Windsor en un acto relacionado con el alzamiento más importante del nacionalismo irlandés contra la ocupación británica en la isla, sofocado sangrientamente por el Ejército de Su Majestad durante la guerra de independencia.

También parecía imposible imaginar el día en que el excomandante del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) y viceministro principal norirlandés Martin McGuinness levantaría su copa para brindar por la reina, en reconocimiento a sus esfuerzos por la paz.

Así sucedió el lunes pasado durante la cena de Estado organizada en honor de Higgins en el castillo de Windsor, donde se alojaron durante su estancia el presidente y su esposa, Sabina, un privilegio que Isabel II ha concedido a contados invitados.

Durante el banquete ofrecido en esta residencia del condado de Berkshire, la jefa de Estado británica recordó que la historia entre ambos países está llena de un "inevitable dolor", el cual "muchos de nosotros todavía sentimos", en referencia al pasado conflicto en Irlanda del Norte.

Su primo lord Mountbatten, tío favorito del príncipe Carlos, fue asesinado por el IRA en Irlanda en 1979, pero, en un gesto sin precedentes, la reina y McGuinness se dieron la mano el 27 de junio de 2012 en Belfast para subrayar que el proceso de paz norirlandés no tiene marcha atrás.

Isabel II ya se había ganado el afecto de la mayoría de los irlandeses durante una visita a la República de Irlanda en mayo de 2011, la primera de un monarca británico a este país en casi cien años.

Todos estos eventos, cuidadosamente programados y coreografiados por Londres y Dublín, han desembocado en la visita de Higgins, que demuestra que "hemos avanzado desde un pasado problemático" a un "presente de respeto mutuo" y "sincera amistad", según el político laborista irlandés, de 73 años.

"Aunque ha tardado en llegar, Su Majestad, le puedo asegurar que la primera visita de Estado de un presidente de Irlanda al Reino Unido es una señal muy clara de la calidez y madurez de la relación entre ambos países. Es algo muy digno de destacar y celebrar", dijo Higgins durante aquella cena de Estado.

Al término de un viaje que los medios irlandeses han calificado de éxito rotundo, el presidente y su esposa abandonaron hoy el castillo de Windsor, tras despedirse de Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo, de 92 años.

Antes de partir hacia Dublín, los Higgins se detuvieron en Stratford-upon-Avon (centro de Inglaterra), lugar de nacimiento del dramaturgo inglés William Shakespeare, donde visitaron la compañía teatral de la Royal Shakespeare.

Allí, el presidente -un histórico del Partido Laborista, poeta, académico y activista por los derechos humanos- habló del papel desempeñado por la lengua inglesa en el dialogo compartido entre ambos países durante siglos.

Posteriormente, el matrimonio se trasladó a la localidad de Coventry, donde recorrió la catedral y las ruinas del viejo edificio que fue bombardeado durante la II Guerra Mundial.

Otro de los puntos más destacados de las pasadas cuatro jornadas fue el discurso pronunciado por Higgins ante las dos cámaras del Parlamento de Westminster -Lores y Comunes- en el que el presidente irlandés destacó la actual "cercanía" que unen a Londres y Dublín.

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