Hizbulá amenaza a israelíes de convertir su vida en "un infierno" si atacan

  • El jefe del grupo chií Hizbulá, el jeque Hasan Nasralá, amenazó hoy a Israel con convertir la vida de sus ciudadanos en "un infierno" y causar "decenas de miles de víctimas" si decide atacar de nuevo el Líbano.

Beirut, 17 ago.- El jefe del grupo chií Hizbulá, el jeque Hasan Nasralá, amenazó hoy a Israel con convertir la vida de sus ciudadanos en "un infierno" y causar "decenas de miles de víctimas" si decide atacar de nuevo el Líbano.

"El precio de una guerra contra el Líbano será muy caro. Harán de su vida un infierno. No se hablará de centenares de víctimas sino de decenas de miles", afirmó Nasralá en un discurso por videoconferencia.

Con motivo del 43 aniversario del denominado por el mundo musulmán Día Mundial de Jerusalén (Al Quds), el líder chií aseguró que "una guerra ahora será mucho más costosa que la de julio de 2006", en alusión al conflicto entre Israel y Hizbulá en suelo libanés, que causó unos 1.200 muertos libaneses y tan solo 164 israelíes.

"En 2006, dos idiotas, Ehud Olmert (ex primer ministro) y Amir Peretz (ex ministro de Defensa), cometieron un grave error lanzando su guerra contra Hizbulá. Hoy les digo a los israelíes: tenéis de nuevo dos idiotas, (Benjamin) Netanyahu y (Ehud) Barak que amenazan con atacar Irán", agregó.

Según Nasralá, aliado del régimen de Teherán, de confesión chií, "si cometen ese error (atacar a Irán), el futuro de Israel estará en peligro".

"La República Islámica espera desde hace 32 años pasar a la ofensiva. Israel tiene miedo de Irán ya que el Estado islámico es cada vez más poderoso", subrayó.

Además, Nasralá aseguró que no pedirá permiso a nadie para defender su país, respondiendo así de modo indirecto a los que piden el desarme de Hizbulá para que las armas estén bajo el control del Estado.

En cuanto al conflicto sirio, criticó la decisión de hace dos días de la Organización de la Cooperación Islámica de suspender la participación de este país para aislar al régimen del presidente Bachar al Asad.

Para Nasralá, esta medida en vez de fomentar el diálogo "alienta a los sirios a continuar la guerra", por lo que habría sido más adecuado formar una delegación que viajara a Damasco, Ankara y a los países árabes implicados en la crisis para poner fin "al baño de sangre" en Siria.

Durante su alocución, el dirigente de Hizbulá también hizo alusión a la actual situación que vive el Líbano, donde se han sucedido los secuestros de sirios en venganza por la captura de libaneses en Siria supuestamente por los rebeldes.

Nasralá rechazó la implicación de Hizbulá y el movimiento chií Amal en la ola de secuestros e instó al clan Mokdad, autor del rapto de decenas de sirios para canjearlos por uno de sus miembros, a "asumir sus responsabilidades".

Líbano está muy dividido a causa del conflicto sirio, ya que una parte apoya a los revolucionarios y otra -encabezada por Hizbulá- al régimen de Al Asad.

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