Hollande, con mayoría absoluta, recibe de los franceses aval para su política

  • El presidente francés, François Hollande, recibió hoy de sus compatriotas el aval para aplicar su política con mayoría absoluta tras la clara victoria alcanzada por su partido, el socialista, en la segunda vuelta de los comicios legislativos.

París, 17 jun.- El presidente francés, François Hollande, recibió hoy de sus compatriotas el aval para aplicar su política con mayoría absoluta tras la clara victoria alcanzada por su partido, el socialista, en la segunda vuelta de los comicios legislativos.

Los votantes franceses dieron al Partido Socialista (PS) y sus aliados más próximos una mayoría absoluta y, con ella, los instrumentos necesarios para actuar sin las limitaciones de acuerdos con los ecologistas y el Frente de Izquierdas, por lo que el Gobierno galo podrá aplicar su programa sin trabas.

Así lo indicó inmediatamente, aún antes de conocer los resultados definitivos, el primer ministro, Jean-Marc Ayrault, quien aseguró que los franceses eligieron este domingo "la coherencia" y dijo que en la nueva etapa "se respetarán escrupulosamente las prerrogativas del Parlamento".

Y el jefe del Gobierno recordó que ahora quedan por delante los "grandes retos europeos", antes de insistir en las líneas maestras de la política de Hollande: "El objetivo es reorientar Europa hacia el crecimiento y evitar las consecuencias de la especulación".

A la espera de conocer mañana el resultado de las once circunscripciones establecidas para los franceses residentes en el extranjero, el PS se hizo hoy con 273 diputados, cifra que se eleva a 307 al sumarlos con los 22 de la formación DVG, que aglutina a pequeños partidos de izquierda, y los 12 logrados por los radicales de izquierda.

Ese nivel de respaldo por parte de los electores evita al partido de Hollande tener que pactar con los ecologistas -compañeros sin embargo en el Gobierno- y con los diputados del Frente de Izquierdas las líneas fundamentales de sus políticas de reforma y las medidas de ajuste que permitan evitar las consecuencias de la crisis económica.

El ministro de Finanzas, Pierre Moscovici, declaró por su parte que al día siguiente de esta victoria de los socialistas no habrá "un mensaje distinto" y recordó que "hay un calendario europeo" que culmina con el Consejo Europeo de final de mes y un "calendario nacional", donde el objetivo está en "restablecer el equilibrio" de las cuentas públicas.

"Nuestro proyecto no es uno de austeridad", advirtió Moscovici, quien adelantó que el Gobierno de Ayrault aplicará "esfuerzos fiscales y sobre los gastos".

Los ecologistas de EELV fueron parte de la sorpresa en las legislativas, al alzarse con 16 diputados, 12 más que en la cámara saliente, mientras que la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) fue la gran derrotada tras quedarse con 191 escaños, 106 menos que en la Anterior Asamblea.

De los comicios legislativos hay varias víctimas, en forma de derrotados en la lucha electoral a la que se presentaban para lograr un escaño que se les ha resistido: Ségolène Royal, Marine Le Pen y François Bayrou son los más destacados de entre ellos.

Son tres de los políticos más conocidos de Francia y su destino personal ya no estará ligado en lo político a una representación en el Parlamento.

En el caso de Royal, excandidata a las presidenciales de 2007, fue batida por Olivier Falorni, un disidente socialista, en la circunscripción de La Rochelle (oeste), después de una polémica suscitada por el apoyo de la pareja del presidente de la República, Valérie Trierweiler, a su contrincante.

Le Pen, presidenta del partido ultraderechista y derrotada en Hénin-Beaumont (norte) por el alcalde socialista Philippe Kemel, aseguró no obstante que los resultados del FN, que logró dos diputados, son "espectaculares" e incluyen el acceso a la Asamblea de su sobrina, Marion Maréchal-Le Pen, nueva apuesta política de la formación.

En cuanto al centrista Bayrou, presidente del centrista MoDem, derrotado en la circunscripción del departamento de Pirineos-Atlánticos en la que se presentaba, reconoció haberse quedado fuera y dijo que asume un "cambio en la forma del compromiso" ante sus electores.

Bayrou, antiguo aliado de la conservadora UMP, dio la sorpresa en las pasadas elecciones presidenciales al recomendar el voto para el socialista Hollande, lo que suscitó las críticas de la derecha.

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